Unos doscientos profesionales de Jerez se concentran en el botellódromo durante dos horas para protestar contra la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y su idea de “desregularizar y privatizar el sistema actual".
A esta liberalización del sector del transporte le ponen nombres: Uber, Cabify, Blablacar y otras compañías que han ido naciendo en los últimos años y que, afirman, se venden como si fueran de economía colaborativa. Las mismas ponen de acuerdo a un conductor y a uno o varios viajeros, que establecen un precio por viaje sin ningún tipo de regulación –o a veces al libre albedrío, indican-, a diferencia de los taxistas, que sí tienen un sistema tarifario aprobado por ayuntamientos, comunidades autónomas y sindicatos. Por eso, advierten del riesgo de que el usuario “se vea desprotegido”.
Marcos Martín recuerda además que este tipo de empresas “tributan a paraísos fiscales, y el que le trabaja no tributa a Seguridad Social ni paga a Hacienda. Pretenden aburrirnos, tirar los precios y cuando se hayan hecho con el mercado poner los precios que quieran sin ningún tipo de precepto legal”.
El taxista habla de “tropelía” de la CNMC y avisa que se ponen en peligro a 100.000 familias a nivel nacional, 400 de ellas de Jerez si persiste esta idea de liberalización.