El centro histórico de Jerez acoge nuevos proyectos residenciales y otras intervenciones. La Comisión Local de Patrimonio Histórico, presidida por el delegado de Presidencia y Centro Histórico, Agustín Muñoz, y a la que ha asistido la delegada de Urbanismo Belén de la Cuadra, ha dado luz verde a más de 20 propuestas.
Así, contempla actuaciones tanto en equipamientos y edificios municipales, como en viviendas, locales e inmuebles de propiedad privada, que serán objeto de obras de reforma, adaptación y rehabilitación, destinados en algunos casos a proyectos residenciales o a nuevos negocios.
En concreto, según detalla el Ayuntamiento en una nota, se dado luz verde a la construcción de cuatro apartamentos que se ubicarán en un edificio catalogado de la calle Pozo del Olivar, que tiene cronología predominante del siglo XIX, y que será rehabilitado para este nuevo uso. El inmueble está compuesto por dos plantas y un castillete de acceso a su cubierta y presenta una superficie construida inicial de 293,51 metros cuadrados.
De esta forma, se construirán tres apartamentos de un dormitorio y otro de dos dormitorios, distribuidos entre planta baja y planta alta del edificio.
Además, la Comisión Local de Patrimonio Histórico ha dado luz verde a otras intervenciones, entre ellas, las obras de adaptación de un local de la calle Francos para convertirlo en un establecimiento de hostelería con cocina; la rehabilitación y mantenimiento de cubiertas en una finca de la calle Naranjas; o la demolición de un edificio de la calle Palomar, a excepción de su fachada, para la construcción de una unifamiliar.
También se han dictaminado de forma favorable la adaptación de un local situado en un edificio de viviendas de la calle Cruz para destinarlo a un aparcamiento de uso comunitario, realizando para ello las modificaciones oportunas para facilitar el acceso y la reforma de otro local situado en la calle Doña Blanca para una administración de Loterías.
Además, se ejecutarán obras de conservación y mantenimiento en la fachada del convento de la Orden del Carmen, consistentes en la eliminación de las franjas de azulejos marrones, cambiándolos por un acabado de color blanco.