Aunque esta fosa de la guerra civil esté cerrada, incluso no localizada, es una herida abierta en la dignidad democrática de Jerez, ya bastante apaleada por -pongamos un ejemplo- los generales fascistas que señorean impunemente la plaza del Arenal, como el general golpista Emilio Fernández Pérez, 1871-1941, nombrado por Franco en 1939 Presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar, al pie de la estatua de Primo de Rivera.
Los escudos franquistas de la Escuela de Arte en la calle Porvera, la lápida honorífica al comandante Arizón en el cementerio municipal, la lápida conmemorativa del golpe en la Barriada España, la calle “Paz Varela”, la calle “José María Pemán”, etc., dejan claro que aquí las heridas abiertas importan más bien nada. Entre el entierro del dictador Primo de Rivera al pie de la patrona de la ciudad, la virgen de la Merced, y su otro anacrónico eterno homenaje en la plaza del Arenal hay un mohoso simbolismo sobre el imaginario histórico de Jerez que se dispone a sobrevivir, parece ser, varios siglos más de incuria democrática.
Ni un reconocimiento público a las muchas decenas de levantamientos de jornaleros y campesinos, adobados con garrote vil en la plaza del Mercado, que hubo en Jerez pidiendo pan, tierra y libertad. Sino un férreo manto de olvido sobre esto que, turísticamente, no puede venderse hoy… Ya. Comprendo. Comprendo bien.
Y así la fosa de Torremelgarejo sigue sepultada en el olvido sin que la Administración haya hecho nada por averiguar qué hay de cierto en todos los indicios que se conservan acerca de su existencia, como no ha hecho nada tampoco para que se recuerde públicamente que hubo un campo de concentración en Vicos, a unos 5 kms. de dicha fosa. Para que se haga algo, y ya veremos cuándo, el movimiento memorialista tendrá que volver a sudar tinta china.
En Jerez el terror fue total y no quedaron noticias, ni siquiera vía testimonio oral, de la existencia de una fosa de la guerra civil en la Casa de Postas que está, aún, en la carretera general que iba de Jerez a Arcos, pasando Torre Melgarejo, en el km. 8,5. No obstante, son conocidos por los investigadores los datos básicos de la cuestión: “Junto a la Casa de Postas, cercana a Torremelgarejo, en la carretera de Jerez a Arcos, ejecutaron y enterraron en una fosa cuyo paradero se desconoce a veinte vecinos de Algar, entre los que se encontraban los miembros de su corporación municipal (9). En las cercanías de este paraje estaban las antiguas canteras y caleras de Torremelgarejo, un lugar donde hacer desaparecer con relativa facilidad los cadáveres de las víctimas”.
Remitimos al Informe sobre las fosas comunes de la represión franquista en Cádiz y provincia. Proyecto financiado por la Consejería de Justicia y Administración Pública de la Junta de Andalucía Andalucía, 2007-2008 y 2009 donde se narra más pormenorizadamente el asesinato de 20 vecinos de Algar en dicha Casa de Postas e inhumación en el mismo lugar, sin especificar en qué sitio exactamente.
Es llamativo que en el conocido artículo sobre el alcalde de Algar Ignacio Girón Romero no se mencione la cuestión de la fosa de Torre Melgarejo. Pero por los investigadores José García Cabrera y Cristóbal Orellana González (Véase: La represión franquista en Jerez de la Frontera: censo de las víctimas y fuentes documentales para su identificación) sabemos que también otras personas de otras poblaciones fueron asesinadas en Torre Melgarejo, casos de Antonio Morales Bernal (natural de Espera) y de Manuel Suárez Moreno (natural de Benaoján).
También a través de dichos dos investigadores en la citada obra, sabemos que a Andrés Bazán Jiménez no se le fusiló en la Casa de Postas, como se dice en el Informe sobre las fosas comunes de la represión franquista en Cádiz y provincia, sino en los alrededores de la Plaza de Toros de Jerez por ejecución de sentencia a muerte dictada por un consejo de Guerra en el año 1940. Otros investigadores, como Manuel Ramírez en “1936. Jerez en guerra. II parte” (Ed. Tierra de Nadie, Jerez, 2019), citan una persona natural de Arcos asesinada “en el Cortijo de Melgarejo”. No hemos tenido acceso a: Cirera González, José et al. Algar, recuerdos de una guerra. S.e. Jimena de la Frontera, 2004.
Se ignora si el campo de concentración de Vicos tuvo alguna relación, por su cercanía física (quizás a unos 5 kms.), con los asesinatos en la Casa de Postas. Pero dando por válidos los datos, y listado de víctimas, que sobre Algar y Torre Melgarejo aparecen en el Informe sobre las fosas comunes de la represión franquista en Cádiz y provincia (2007-2009), cabría suponer al menos tres hipotéticas localizaciones de la mencionada fosa: en la misma Casa de Postas, en las inmediaciones de la Casa de Postas y en las caleras cercanas a la Casa de Postas.
En el Informe sobre las fosas comunes de la represión franquista en Cádiz y provincia aparece el siguiente listado de personas -vecinos de Algar- sepultadas en la fosa de Torremelgarejo, asesinadas a manos de los golpistas: Salvador Reguera Gómez, Rafael Cintado Román, Esteban Rosado Mena, Pedro Poley Cabrera, Antonio Aguilera Valdivia, José Villagrán Piñero, Juan Benítez Fernández, Francisco González Ruiz, Antonio Muñoz Copete, Pedro Villanueva Rodríguez, Manuel Suárez Ramírez, Gallego, Desconocido (a. Villamartín), Antonio (a. El Gitano), Galván, Andrés Bazán Jiménez, Francisco Villagrán Cano, Villagrán Cano, Guerra Pallán (a. Guerrita), José Raya Vallecillo.
Concluyamos esta reseña con las mismas palabras del Grupo de Memorialistas de Jerez:
“A tenor de lo expuesto, [reclamamos] la prospección sistemática, científica, de la zona para la localización de la fosa de Torre Melgarejo en los enclaves posibles señalados mediante el instrumental que los especialistas consideren de mayor eficacia: detectores de metales, fotografía aérea pormenorizada con uso de drones, escaneado terrestre, etc.
Hasta ahora la Administración Pública no ha realizado prospecciones ni ha financiado ningún proyecto al respecto. Pero en cumplimiento del espíritu de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía es de justicia, y de obligado cumplimiento, la realización de las labores de prospección que venimos a exigir mediante el presente informe. La dignidad de las víctimas y el respeto a los valores democráticos exige una acción responsable de la Administración Pública que haga todo lo necesario por esclarecer la verdad de los hechos”.