Durante una semana, Jerez ha estado en jaque contra las moscas. Todo empezó con la alerta lanzada el viernes por vecinos de un residencial cercano a la laguna de Torrox, que daban la voz de alarma avisando de la enorme cantidad de estos insectos que había por la zona.
A primera hora del sábado, Jaime Espinar, delegado de Medio Ambiente, acudía al lugar de los hechos junto a un técnico municipal y un operario de la empresa de control de plagas que tiene contratada el Ayuntamiento de Jerez.
Sobre el terreno se empezó a analizar la zona en busca del foco del problema. También estuvieron hablando con los vecinos por si alguien podría ofrecer alguna pista sobre lo que estaba pasando.
Los técnicos de plaga avisan de que hay que localizar el foco y se comienza a peinar la zona. Primero, acuden a dos empresas de tratamientos de residuos orgánicos que están situadas cerca, que quedaron descartadas al no haber una presencia masiva de moscas.
Los operarios del control de plagas siguieron rastreando naves por el polígono industrial El Portal hasta que encuentran una, en un polígono privado situado a la derecha de donde está ubicada la depuradora, que levanta muchas sospechas.
Una gran cantidad de moscas sobrevuelan el exterior de dicho sitio, que se encuentra en un estado lamentable. El presidente del referido polígono industrial manifiesta que llevan ya tiempo quejándose del estado de una nave que se dedica a recibir una furgoneta con productos cárnicos desechables.
La empresa en cuestión se defiende indicando que reciben los desechos y que en un plazo de no más de 24 horas lo llevan a una fábrica para dar destino a estas carnes para diversos fines que no tienen que ver con el consumo humano.
Intervención de la Junta de Andalucía
Ante el estado deplorable de la nave, el Ayuntamiento de Jerez no puede intervenir, ya que es competencia del Distrito Sanitario de Andalucía, que manda a un inspector para que analice la situación.
El inspector de Sanidad comprueba que la nave no cumple ningún proceso sanitario del tratamiento de la carne, que está amontonada en curvas, sin frío ninguno y sin estar tapada. Y, además, con desprendimiento del líquido graso.
Los técnicos municipales que estuvieron allí confiesan que no se podía entrar del olor que desprendía la nave. El inspector entró con una mascarilla y quedó sorprendido de la gravedad del asunto. Todo el suelo estaba graso y observó que había una filtración con una nave contigua que está en bruto. Tras una visita a ese emplazamiento se descubrió que había una infinidad de larvas.
Tras esto, la Junta de Andalucía interviene en la nave y prohíbe que entre producto alguno en la misma. Al mismo tiempo, dan de plazo hasta este próximo lunes para que saneen toda la superficie y limpien el exterior.
Desde el Ayuntamiento de Jerez se interviene también para limpiar la zona exterior y se realizan labores de desinsectación y desinfección. Diariamente, técnicos municipales están acudiendo para fumigar todo.
La empresa señalada como responsable de esta plaga de moscas ha rechazado ser la causante de un foco que, según fuentes municipales, ya está extinguido. Otra cosa son las moscas que están vivas, contra las que no se puede hacer mucho, ya que no se puede fumigar en el espacio aéreo al estar prohibido.
Se han puesto una serie de trampas por los alrededores y zonas más cercanas. El problema, según han manifestado esta misma tarde los propios vecinos, parece que va remitiendo.
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