La información publicada por lavozdelsur.es recogiendo la denuncia de una madre a cuyo hijo se le discriminaba por no vestir para la comunión con el traje de marinero, que exigía la ‘organización’ del evento en el colegio del Beaterio, ha surtido el efecto deseado por los progenitores del niño afectado.
Según ha podido saber este periódico, en una reunión preparatoria —la comunión es este sábado— se formó un gran revuelo al trascender las quejas de la madre de Telmo, lo que llevó a catequistas y religiosas a decidir que los niños y niñas se sentarían todos en las bancas de la iglesia con sus padres, sin más protocolos.
Se produjo la esperada discusión entre los que se mostraban a favor y en contra de la nueva medida adoptada. Además, surgieron nuevas deserciones respecto a lo de vestir obligatoriamente el traje de marinero, tanto que algunos padres anunciaron que sus hijos tampoco lo vestirían, según ha podido saber este medio.
Finalmente, se alcanzó el acuerdo de que todos los niños y niñas estarán juntos en altar mayor del templo, sin distinción o separación alguna entre ellos. Entretanto, y ante la trascendencia que ha alcanzado este asunto, con medios de comunicación incluso de alcance nacional interesados en la controversia, la autoridad eclesiástica ya ha hecho llegar al colegio una advertencia de que no se convierta este acto en un espectáculo y que no se discrimine a ninguno de los comulgantes por cuestiones como vestir de forma concreta.
Este aviso lleva implícita la decisión de no dejar entrar en la ceremonia, que tendrá lugar en la iglesia de San Dionisio al tener más capacidad de acoger a padres y familia de los pequeños, a ningún periodista para no perturbar el ambiente de normalidad que se pretende en este acto religioso.