El ‘estreno’ del sistema ha seguido la senda de los intentos anteriores y lo más grave es que viene desde hace una semana. El enlace para la descarga no funciona en ninguno de los sistemas. Se empiezan a pedir soluciones inmediatas
La situación a las 13 horas del lunes, cuando el domingo se anunció que se activaba a mediodía la aplicación para las sillas de la Magna, es que no permite acceder al sistema y quien lo intente da error. Si se accede a la aplicación de la web de la Unión de Hermandades, tampoco deja operar. Y si se quiere descargar la app por Android, una vez descargada y se intenta reservar o comprar, sale el aviso de que no está permitido hasta el 28 de septiembre.
Desde la Unión de Hermandades lo único que manifiestan ante esta nueva situación es que “está bloqueada” posiblemente por estar colapsada, pero que “en breve se restablece. Se está aumentando la capacidad del servidor”.
Esto es lo que se dice desde el organismo cofrade sin especificar si alguien ha llegado a comprar un asiento. En el comunicado emitido el domingo por la noche se aseguraba el ok al sistema para empezar a vender desde mediodía en los dos sistemas IOS (iPhone) y Android (Google). Ninguno lo permite.
También se facilitaba un teléfono para consultas, pero pasada la una de la tarde lo único que responde es un contestador avisando de que el buzón de voz está lleno.
Lo cierto es que desde hace una semana el nuevo sistema informático lo único que ha hecho es dar problema tras problema, un auténtico fiasco. A estas alturas, la Unión de Hermandades debe poner pie en pared respecto a este despropósito que está enfadando a mucha gente, tanto en Jerez como de fuera de la ciudad, dando una imagen poco alentadora de la organización.
La coyuntura actual y dado el tiempo que está pasando sin alcanzarse una solución, algunos hermanos mayores consultados por lavodelsur.es se muestran muy preocupados por la imagen que se está dando y piden que se tome una decisión de forma inmediata
¿Ha llegado el momento de romper con el ‘invento’ digital y pasarse a lo de toda la vida, con todo lo que ello implica de más trabajo y gestión? Otra cuestión será determinar quién tiene la culpa de todo esto. Por lo pronto, la empresa que contrató la Unión de Hermandades empieza a tener todas las papeletas.
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