Un nuevo episodio polémico vuelve a la Hermandad del Prendimiento y que banda tiene que ver con capataces o costaleros o elecciones. Esta vez se trata de la decisión, que ha comunicado el obispado a la cofradía, de prohibir a la junta de gobierno contratar a la Agrupación Musical de los Gitanos, de Sevilla, en sustitución de la de San Juan de Jerez.
Esta resolución, comunicada por la Delegación de Hermandades, se sustenta en la existencia de un contrato en vigor con la formación jerezana, la cual lo firmó con el anterior hermano mayor por los cuatro años de su mandato, el cual no cumplió al dimitir año y medio después de tomar posesión. Ese compromiso es al que ha apelado Bertemati para pedir que no se contrate a la nueva banda.
A este respecto, fuentes de la hermandad de Santiago han manifestado que existe una cláusula en el acuerdo por la que, con tres meses de antelación y pagando el 50% del caché de la salida procesional, la cofradía podía anular el contrato. Además, consideran que “todo esto ha sido provocado por la misma banda que ha acudido al obispado”.
Esas mismas fuentes han lamentado que, pese a que se le pidió desde Palacio el contrato, este no ha tenido en cuenta esa cláusula. Asimismo dejan claro que la decisión del cambio de banda no es “capricho” de la junta de gobierno “es una petición de los hermanos, que no están contentos con la banda”. Asegura que esta polémica ha creado “mal ambiente” en la cofradía porque “la gente estaba muy ilusionada con la llegada de Los Gitanos”.
El motivo por el que la hermandad tomó la decisión del cambio, siempre según las mismas fuentes, es que se quería una “banda más potente” ya que a juicio de “muchos hermanos”, la de San Juan no se oía en la calle al ir muy alejada del paso a causa del acompañamiento de devotos y de “faltarle potencia suficiente”.
La única opción a la que se agarra ahora la hermandad es que el obispado le ha pedido un pliego de descargo explicando el por qué del cambio de formación y justificando la medida. El mundillo cofrade no sale de su asombro ante lo que se entiende como una intromisión directa en la gestión, no espiritual, de la corporación que solo afecta a la salida procesional del Miércoles Santo.
Sin embargo, al ser la del Prendimiento parece que Bertemati no quiere más ‘jaleos’ en torno a una hermandad que aún está pendiente de unas elecciones que nunca llegan, mientras que la junta de gobierno sigue con la provisionalidad desde que en marzo de 2023 dimitiera Ramírez Cachinero. Por cierto que la hoja de ruta impuesta por el obispado para celebrar elecciones debe aún cumplir varios retos: aprobar el Reglamento de Régimen Interno, proceder a ‘depurar’ el censo de hermanos y seguidamente convocarlas.
San Juan tilda de "falsas" las informaciones sobre este asunto
Por su parte, la junta directiva de la Agrupación Musical San Juan ha emitido un comunicado en el que pone de manifiesto que “ante los acontecimientos recientemente acaecidos, esta agrupación comunica que la información transmitida por dichas fuentes es falsa”.
También expresa su “más profundo rechazo ante esas acusaciones a nuestra entidad, las cuales se han transmitido sin fuentes fiables y sin fundamento”, en referencia a que fue la banda la que acudió al obispado cuando se le comunicó la no renovación.
Asimismo se ha difundido que, al tener asegurada la salida tras el Señor, han fichado a nuevos componentes “vendiéndoles la idea de salir con el Prendimiento. Por eso tienen que salir forzosamente el próximo año”. Incluso se comenta que la banda ha invertido en la compra de instrumentos para reforzarla.
El comunicado de San Juan concluye con que estas afirmaciones surgen “con el simple propósito de perjudicar nuestro trabajo e imagen pública”, subrayando que con este mensaje desea “transmitir cariño y respeto a los hermanos, y tranquilidad y serenidad a nuestros componentes”.