El palacio Riquelme necesitaría de 10 millones de euros de inversión “para dejarlo bien”, manifestó la alcaldesa en una comparecencia ante los medios de comunicación en la que ha explicado el proyecto de recuperación del barrio de San Mateo. Precisamente este edificio forma parte de los elementos más sobresalientes de este espacio del casco antiguo de Jerez tanto por su valor histórico como artístico.
Mamen Sánchez, en relación a Riquelme, explicó que su rehabilitación se incluyó en proyectos subvencionados con fondos europeos para las sostenibilidad turística, pero duda de que sea aceptado “porque se trata de una rehabilitación pura y dura”. Así las cosas, la alcaldesa avanzó que se va a enfasar el proyecto: “Ahora mismo están trabajando técnicos de la Delegación de Urbanismo con la Universidad de Arquitectura de Sevilla, para poder hacer conjuntamente un proyecto de rehabilitación de la fachada de Riquelme”, adelantó la regidora municipal.
Una vez que se tenga el proyecto concluido, “veremos qué coste tiene y será una de las primeras cosas que hagamos cuando tengamos los fondos necesarios, ya sean municipales o de otro origen”. Así que la fachada será el primer objetivo en la rehabilitación de este inmueble que “en el proyecto lo que se quiere, principalmente, es ensalzarla”.
Cuatro décadas de propiedad municipal
Hace 40 años, el Ayuntamiento de Jerez expropió el palacio dado su estado de abandono y ponderando su elevado interés artístico y histórico. Actualmente, la precariedad de este edifico, en el que hace poco se produjo un nuevo derrumbe, padece problemas de estabilidad estructural, grietas en la galería, entre otros daños.
El de Riquelme es una casa palaciega construida en 1535 bajo diseño del arquitecto portugués Fernando Álvarez. Tiene 1.109 metros cuadrados de superficie, cuya fachada principal se acabó ocho años más tarde, en 1543. Fue mandado edificar por el noble Hernán Riquelme. El palacio no está terminado; se quedó a medio construir por problemas de índole económico de este.
Llegó a ser casa de vecinos hasta que José Domecq de la Riva la compró; en la mitad del siglo pasado fueron las caballerizas de esta familia y el 29 de noviembre de 1982 quedó en manos del Ayuntamiento de Jerez. Para los expertos la portada es una joya del Renacimiento, también obra del maestro de obras Álvarez, que se inspiró en las Casas Capitulares de Sevilla, siendo uno de los mejores ejemplos de arquitectura residencial de Andalucía Occidental.