Las dificultades del barrio de La Asunción de Jerez vienen de muchos años atrás. Un barrio construido en los años 50 que necesitaba remodelaciones importantes para evitar que los daños estructurales fueran a más. Las humedades, el frío en invierno, el calor en verano... La lista de problemas arquitectónicos es amplia y se medía en las consecuencias que tenían en la vida de los vecinos. Entre medias, una guerra en Ucrania con los problemas de materiales y costes que generó, y hasta una pandemia.
Por eso, cuando una ayuda de la Junta -con cargo a fondos europeos- anunció el arreglo de los bloques, fue una grandísima noticia para los propietarios en este arrabal, donde muchos vecinos emigraron desde barrios como Santiago. De hecho, el barrio está marcado por viviendas y hasta plazas de grandes flamencos de Jerez.
Sin embargo, el proceso no ha sido el que centenares de familias afectadas esperaban. "Hoy pensamos que no tuvimos que coger esa ayuda", resumen. Ninguno de los bloques está acabado. Ninguna vivienda está arreglada al 100%. En algunos casos, los remates. En otros, actuaciones más grandes, como demuestran simplemente las fachadas de la barriada, algunas con una capa encima de una superficie picada hace más de un año.
"El 23 de junio hicimos una manifestación y hemos ido al Parlamento a hablar con la consejera, eso nos ha venido bien, porque nos han ayudado desde Adelante Andalucía", explican. "Ahora parece que van algo más rápidos, pero tenemos muchos problemas", dice Rafael Calvente. "No tenemos acceso a mucha documentación porque no tenemos contacto con el presidente de la asociación de vecinos, tenemos problemas con él".
Estos vecinos se reunían este martes en una plataforma oficiosa. Explican que se han encontrado situaciones difíciles, como "tortas de cemento para cubrir unas vigas, que eso, quien lo haya hecho, suponemos que sabe, pero le está metiendo mucho peso a una estructura que tiene 70 años". Eso les hace sospechar que las cosas no van como deberían.
"Tenemos el tema de los aires acondicionados. Todas las casas remodeladas, por norma, tienen que instalar sus aires acondicionados en la azotea. En algunos bloques sí han hecho esos conductos, pero en otros, no. En una reunión en el Ayuntamiento nos dijeron que eso era un regalo de la constructora, que no venía en el proyecto y que si no lo hacían, no eran los responsables", denuncian. "Si eso es así, no lo entendemos".
El Ayuntamiento de Jerez ha sido una institución que ha colaborado para la llegada de esos fondos, pero los vecinos están descontentos con las labores realizadas tanto por el anterior equipo de gobierno como el actual.
"Esto es un lavado de cara a La Asunción. Si nos preguntan ahora, no deberíamos haber cogido aquella ayuda". Porque temen que las actuaciones sobre sus bloques se conviertan en una condena. "Carecemos de documentación, la dirección facultativa no nos la entrega porque no estamos constituidos", afirman. Y la sombra se cierne sobre los vecinos porque "si las obras no están acabadas para el 31 de agosto, el bloque donde no esté terminado el trabajo tiene que devolver el 100% de la subvención", señala Juan Antonio de la Flor, otro de los vecinos afectados.
Por el momento, la batalla es entregar todas las facturas, poner en pie toda la documentación para que no se pierda una ayuda que no podrían afrontar. "No creo que exista un juez que nos condene a devolver ese dinero. ¿Qué va a hacer? ¿Embargar la barriada entera? ¿De dónde sacamos los tres millones de euros de la primera parte de las ayudas?".
"Un vecino incluso ha denunciado los daños que se han producido en la vivienda, porque pusieron el hormigón en su cocina y se le empezó a anegar", indica Manuel Rubio, que denuncia que "incluso han presionado para que quitemos las pancartas".
Para que continúe con la segunda parte del proceso de arreglos, hay que acabar cuanto antes esta primera parte de los arreglos. "Ni los políticos ni nadie nos ayuda. Ahora el gobierno municipal nos ha puesto a una persona que nos ayuda con los papeles, que hace lo que puede y estamos muy agradecidos", pero el problema es mucho más profundo.
"Esto está en peores condiciones", señalan los afectados. María, una mujer mayor que también acudía a la reunión de este martes, lo tenía claro: "Llevo tres meses esperando que pinten un arreglo. Yo lo tenía bien, mi casa no era de las que estaban mal. Ahora me entran hasta las cucarachas. Por mi casa no pasan más. Vamos, lo tengo claro. Si hay que pintar, pinto yo. Esto ha sido un desastre".
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