Las Fiestas de la Vendimia tienen también su parte didáctica con una serie de actividades vinculadas a las labores del vino, enfocadas a los más pequeños. Este fin de semana se dedica a la pisa de la uva, para lo que se instaló un pequeño lagar, simulando al que se instala para la pisa ‘grande’ de la catedral, en la plaza del Arenal.
El tiempo, ideal. Una tarde casi noche de noche que invitaba a estar en la calle. Y qué mejor opción que acercarse a los espacios donde tienen lugar actos relacionados con este ciclo festivo. Si estos están pensados para los más pequeños, la decisión es clara para los padres.
Así fue como en la plaza se reunieron decenas de niños y mayores para participar de una pisa infantil con uva de verdad y su base de mosto en el lagar para facilitar la labor de los pequeños pisadores. Se apuntaron 35 niños y niñas mediante inscripción on line abierta por el Ayuntamiento, pero fueron muchos más los papás que se acercaron intentando que sus hijos participaran.
Como cabe esperar, los pequeños se lo tomaron como un juego y una oportunidad para ponerse pipando de uva molturada, con el beneplácito de mamá, que, precavidas ellas, llevaban ropa limpia para cambiarlos. “Este tipo de actos son magníficos para que los niños aprendan nuestras costumbres”, comentaba un padre que llevaba a sus dos pequeños que, impacientes, aguardaban su turno para entrar en el lagar.
Lo hacían de cuatro en cuatro. Se les quitaban los zapatos y se les calzaba con unos patucos de plástico. A cada uno se les entregaba una pala para mover la uva y al lío. “Esto me gusta porque lo he vivido de pequeña y te confieso que han sido mis hijas las que han tirado de mí para que las inscribiera”, reconocía una madre que felicitaba por la iniciativa. “Una vez que lo han probado, porque el año pasado también lo hicieron, ya no quieren faltar”, comentaba otra que cargaba con un bolso mayor de lo habitual con ropa limpia, “por si acaso que ya el año pasado salieron de aquí pringados”.
La Delegación de Fiestas tiene a su cargo la organización de esta actividad que, en lo dedicado a los niños y niñas en las labores vendimiadoras y de la bodega, tendrán una segunda parte en la semana entrante, viviendo la experiencia de ser venenciadores. “Esto es magnífico para que no se pierdan las tradiciones nuestras y ellos se lo pasan estupendamente”. El líquido resultante de dos días de pisa irá a una bodega, que la uva está muy cara este año. Para ello, el mosto salía por su pequeña piquera e iba a la bota.
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