El emblemático edificio de la plaza del Arenal, antigua sede de la Caja de Ahorros de Jerez, hoy propiedad de Caixabank y que alberga en sus primeras plantas una sucursal y oficinas de esta entidad bancaria, pasará pronto a convertir el resto de sus pisos en un hotel de cuatro estrellas en el salón noble de la ciudad. El proyecto hotelero ya ha recibido el visto bueno de la Delegación Municipal de Urbanismo, al igual que el otro proyecto hotelero de cuatro estrellas que acogerá otro de los inmuebles que la entidad bancaria tiene en pleno centro de Jerez, en concreto en Larga, 54. Ambas inversiones son promovidas por la entidad financiera, aunque es seguro, como ha podido saber lavozdelsur.es, que una vez estén concluidas las obras contarán con operadores para la gestión y explotación de los establecimientos hoteleros.
Entre ambos edificios aportarán 82 nuevas habitaciones a la planta hotelera de la ciudad que, visto lo visto, se prepara para recuperar el tiempo perdido en materia turística tras la súbita irrupción de la pandemia. Por un lado, se aprobó la propuesta de cambio de uso y las obras de rehabilitación con reforma parcial del referido edificio de siete plantas de altura y uso residencial en calle Lancería con Arenal para destinarlo a establecimiento hotelero de cuatro estellas, con dos accesos independientes y que albergará 48 habitaciones, zonas comunes y servicios. La edificación en su totalidad resultará con una superficie construida 4.117 metros tras la intervención.
Igualmente, la rehabilitación con reforma integral del edificio residencial de cuatro plantas ubicado en la calle Larga, 54 —también propiedad de Caixabank— abrirá paso a otro hotel de cuatro estrellas con 34 habitaciones, zonas comunes y de servicios. La superficie construida tras la intervención ascenderá a 2.245 metros cuadrados.
El atractivo inversor de Jerez no ha decaído en este aciago 2020. Al revés. En cuanto a equipamientos hoteleros, como ha informado Urbanismo, los datos de este año han mejorado los de 2018 y 2019 juntos. El año pasado solo se dio visto bueno en la comisión local de patrimonio histórico a un proyecto de hotel de dos estrellas, mientras que en 2018 se aprobaron dos (de dos y tres estrellas) y un hostal. En 2020, sin embargo, han sido cinco los proyectos hoteleros visados para el centro histórico: uno de cinco estrellas en la plaza del Arroyo; tres de cuatro estrellas en calles Larga, Lancería y el de González Byass, y otro de dos estrellas en calle Guarnidos, sumando entre todos 136 habitaciones.
En cuanto a apartamentos turísticos en el centro histórico, en 2020 se dictaminaron proyectos para un total de 75 alojamientos, mientras que en 2019 fueron 21 y en 2018 un total de 26. A pesar de los reveses de la crisis socioeconómica derivada de la pandemia, todo hace indicar que el boom turístico retornará antes o después. Para José Antonio Díaz, delegado municipal de Urbanismo y Sostenibilidad, “es evidente que la suma de esfuerzos de la iniciativa pública y privada está dando muy buenos resultados y estamos yendo de la mano en el objetivo común de recuperar la vida en el centro y que vuelva a ser un lugar agradable y apetecible para vivir, trabajar y disfrutar. Sabemos que la coyuntura socioeconómica actual no es la más adecuada, pero desde el Ayuntamiento estamos tratando de incentivar y contribuir con una estrategia bien planificada que ya se visualiza en proyectos reales, algunos concluidos, otros en marcha, y otros en previsión”.
En ese sentido, ha destacado que ha sido clave “que en los meses de confinamiento el Ayuntamiento no ha parado y hemos continuado haciendo trámites y gestiones administrativas que están permitidos durante la alarma al objeto de favorecer la reactivación de la actividad económica en el momento en que la situación lo permita”. Por todo ello, Díaz ha agradecido la confianza y el compromiso de empresas y particulares con Jerez, con proyectos que, además de generar actividad económica y empleo, pondrán en valor fincas en desuso o en mal estado, recuperando así nuestro patrimonio, o simplemente adecuan el uso actual de inmuebles a actividades que son igualmente productivas para la ciudad e inciden de forma favorable en sectores clave como el turismo, el comercio o la hostelería”.