Según el Bando Municipal emitido por el Ayuntamiento de Jerez, aún no hay autorización para celebrar Zambombas —hasta el 1 de diciembre no deben arrancar oficialmente—, sin embargo este fin de semana han sido ya muchos puntos de movida en el centro de Jerez que han causado estragos para los vecinos y vecinas. Lejos de las celebraciones tradicionales, estas fiestas se han convertido en un botellón en el exterior y consumición con concierto en el interior de muchos locales.
A última hora de la tarde de este domingo han intervenido hasta cuatro patrulleros de la Policía Local en plena plaza Silos, en el centro histórico de la ciudad, para desalojar un local de eventos, La Chufla, en la misma plaza —la antigua bodega Doña Lola— en el que al parecer, y según testigos presenciales, "se han vendido más entradas de la cuenta".
A este posible exceso de aforo, que no ha podido ser confirmado aún por el atestado policial, se ha sumado un macrobotellón en la plaza aledaña desde primera hora de la tarde.
Las imágenes que han remitido diferentes vecinos de la zona hablan por sí solas. Multitud de personas agolpadas, sin mascarilla por supuesto, consumiendo alcohol en la vía pública, una práctica ilegal que se ha multiplicado en las calles del centro con la salida del confinamiento tras los peores momentos de la pandemia.
A la suciedad y al ruido, al orín en las puertas de las casas y esquinas, algo que en absoluto es único a esta zona de la ciudad y que ya se ha venido repitiendo en las últimas semanas, se han sumado esta tarde problemas de seguridad que han forzado al desalojo por parte de la Policía. Un operativo que se ha mantenido durante casi una hora en la plaza hasta que la concentración de personas se ha ido disolviendo, rumbo en muchos casos, como se ha podido escuchar, a otras zonas del centro.
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