La Hermandad del Cristo de la Expiración de Jerez empieza a pensar y diseñar el programa de actividades que se desarrollará este año al cumplirse 75 años de la hechura de la imagen del Cristo. Se bendijo el 26 de marzo de 1950, obra del imaginero Juan Luis Vasallo y que vino a sustituir a una anterior cuya hechura era de mala calidad, cartón encolado, y en un estado de conservación bastante pésimo.
“Nos gustaría hacer una salida, pero una salida por sí no tiene mucho sentido, tiene que estar acompañada de otras cosas, entonces queremos hacerlo con un ciclo de conferencias de formación”, explicó a este medio Jesús Rodríguez, quien abundó que esta iniciativa estaría situada en el contexto de un programa de celebración que aún está por diseñar, incluso por aprobar en junta y elevar la petición al obispado.
Rodríguez expone que su deseo es centrar la efemérides “en la hermandad, la historia de la imagen, esa que cuenta que vino de Gibraltar… es muy bonita y además nunca debe uno dejar que la realidad te estropee una historia mítica y preciosa”; programa basado en la idea de “de sembrar el espíritu de que primero fue la doctrina y después el templo. El templo lo tenemos ya brillantísimo. Vamos ahora a dedicar un poco a la doctrina”.
El hermano mayor es consciente de que cuando sale el Cristo “sale el pueblo entero”, de ahí la importancia que se le dará a esta efemérides con un programa y una posible salida bajo el criterio de valorarla en todos sus aspectos.
Por lo pronto, la imagen va a ser restaurada próximamente, una intervención para afianzar el rostro del Cristo, que está algo despegado, explicó. También está el proyecto de restaurar el paso del Señor, que ya se encuentra en el salón de pasos de la casa de hermandad, un espacio que ha sido totalmente adaptado.
Juan Luis Vasallo Parodi talla la imagen en sustitución de la antigua, aunque la actual está inspirada en esta, "copiando con toda fidelidad la imagen actual en madera y adaptando la mascarilla de ésta sobre la de la nueva talla, policromándose luego con la mayor semejanza a la actual”.
El Cristo antiguo, era de principios del siglo XVII y realizado de cartón encolado, siendo sustituido a causa de su deterioro. El primitivo se incineró y las cenizas se depositaron en el pecho de la nueva talla. El Crucificado actual conserva las características de la antigua, algo que se constata en grabados y fotografías en las que aparece la talla primitiva.