Los 1.600 metros cuadrados que ocupa este antiguo claustro, llamado de la enfermería, y dependencias anexas divididas en dos plantas, empezará a ser rehabilitado una vez que pase la inminente romería. Así lo ha asegurado el hermano mayor, Joaquín Vallejo, que no oculta la satisfacción y responsabilidad que supone esta empresa en la que se encuentra inmersa la corporación y en la que ha venido trabajando desde hace varios años hasta conseguir el acuerdo de cesión.
La inversión para adaptar este histórico recinto a su nueva función se acerca a los 200.000 euros en una intervención delicada, al tratarse de un espacio protegido, trabajos que se dividirán en varias fases. De forma previa se han acometido unos primeros trabajos consistentes en la limpieza del interior así como la apertura de una puerta que permitirá la entrada y salida de los carros de la hermandad, acceso que estará operativo para la próxima romería, además de los preceptivos estudios arqueológicos, análisis de los paramentos y la reapertura de algunos huecos que existieron anteriormente.
La idea general es que este espacio albergue las dependencias administrativas de la hermandad, los carros así como los enseres propios, con la perspectiva de que se puedan exponer en una muestra permanente en la que el continente, el claustro, formará parte del atractivo de la visita. Además, se prevén zonas de restauración y una sala de audiovisuales.
En abril de 2023, el anterior gobierno municipal hizo entrega de las llaves del claustro en una cesión al obispado por 75 años. En aquel momento, la hermandad vio las grandes ventajas de aceptar el ofrecimiento por las enormes posibilidades que ofrece para desarrollar actividades propias y abiertas al público en general, como las convocatorias de Navidad y las habituales de carácter lúdico que convoca la hermandad a lo largo del año. A estas se sumarían otras que se podrían llevar a cabo dadas las amplias posibilidades que ofrece el espacio.
Desde el Ayuntamiento actual, tras confirmarse y cerrarse definitivamente el convenio, se reconoce que la recuperación de este claustro, el de menos entidad del complejo dominico y que quedó fuera del proyecto de recuperación del claustro grande, es importante “al tratarse de un patrimonio histórico artístico de la ciudad”, dijo el primer teniente de alcaldesa, Agustín Muñoz.
En cuanto a la segunda fase, dependerá de la disponibilidad económica de la hermandad. Por lo pronto, las iniciativas para recaudar fondos empiezan a llevarse a cabo como la gala especial de la Real Escuela a beneficio de este proyecto. La planta baja es el objetivo de la primera fase. El proyecto y diseño está definido en contenidos y en lo económico. El horizonte de esta intervención hasta dejarla concluida, algo que podría hacerse coincidir con una efeméride excepcional. Como expone el hermano mayor “es un proyecto que mira a los cien años de fundación de la hermandad en 2032”.
Joaquín Vallejo reconoce que la hermandad tenía la intención de cambiar de sede para dejar la de la calle Chancillería por otro espacio que respondiera a las necesidades, “pero cuando surgió lo del claustro no tiramos de cabeza sabiendo que la inversión es fuerte”. Una de las ventajas, además del propio edificio y sus dimensiones, es la ubicación al estar situado junto a su sede canónica, Santo Domingo.
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