“Todo lo que se va a hacer ha sido aprobado por el cabildo de hermanos”. Con esta afirmación, el hermano mayor de la cofradía de San Juan de Dios, Francisco Perea, deja meridianamente claro que la decisión de cambiar el grupo escultórico y cambiarla imagen de la Virgen no es una acción personal ni de la junta de gobierno. “La iniciativa está avalada por los hermanos y además con una abrumadora mayoría de votos a favor”, asevera el hermano mayor.
José Antonio Navarro Arteaga será el escultor que se hará cargo de crear las 12 imágenes de los apóstoles que irán en el misterio. Sí se conserva la imagen del Señor. Hasta ahora, los trabajos imagineros estaban en las manos de la gaditana Ana Rey, que donó a la cofradía la imagen de la Dolorosa, talla que tampoco continuará en la hermandad, que ha encargado un boceto al mismo imaginero sevillano.
“Una vez sacada adelante la casa de hermandad, que está apunto de iniciarse las obras, he escuchado a los hermanos que me pedían hacer algo con el misterio y, sinceramente, no gusta el que tenemos”, explica Perea sobre cómo surgió esta ‘catarsis’ estilística y, en gran media, devocional.
“No estábamos contentos con el rumbo estético del misterio”, subraya el máximo responsable de la cofradía, el cual reflexiona sobre “ser valientes y hacer las cosas bien hechas” y vuelve al principio de que “siempre escucharé a mis hermanos y se hará siempre lo que todos decidamos, salga el sol por donde salga”.
El hermano mayor recalca que la imagen de la Virgen fue una donación de la escultora, “pero no hubo una aceptación mayoritaria, muchos no la querían por diferentes motivos, incluso la estética porque no encaja con nuestra hermandad”, añadiendo a esta ‘pegas’ que fue titular de otra hermandad de Cádiz.
Francisco Perea es explícito al decir que “la imagen se la puede llevar Ana Rey, pero cuando el obispado de permiso para ello y nos indique el procedimiento a seguir”. Insiste en que “no hay ningún problema para que vuelva a su propietaria”.
El hermano mayor rechaza que se le acuse de tomar decisiones, acusándole de ser un recién llegado a la hermandad. Por el contrario, recuerda que en su junta hay ocho hermanos fundadores y que él mismo ha vivido la actual cofradía desde sus inicios como asociación juvenil y más tarde cuando consiguieron entrar en el santuario de San Juan Grande: “no hemos llegado ahora”, concluye.
Confiesa que gran parte de la hermandad, y él mismo, son seguidores del trabajo de Navarro Arteaga, “siempre ha sido nuestro objetivo tener algo de él”. Aún queda mucho para ver esa nueva iconografía, aunque la primera que llegará será la talla de la Virgen.
Francisco Perea fía el resto para 2026, “año en el que empezaremos a recibir las primeras imágenes”. Antes se aprobará en cabildo los diseños además de obtener los permisos del obispado.
De otro lado, también tienen el diseño de la cruz de guía. Será de talla y dorada con diseño de Miguel Ángel caballero, teniente de hermano mayor, y la ejecutará Manuel Oliva, que es el autor del paso. También se ha cambiado el escudo corporativo, que se ha completado con elementos que faltaban.