Resuelto el misterio de la Inmaculada de 1.500 kilos que costó casi 400.000 euros al Ayuntamiento de Jerez

La obra ha estado almacenada desde su recepción hace una década en talleres municipales y ahora el gobierno local anuncia su recuperación tras el deterioro sufrido

¿Dónde está la Inmaculada de 1.500 kilos que costó casi 400.000 euros al Ayuntamiento de Jerez? Imagen de la escultura en el taller de Paco Parra.

Resuelto el misterio de la Virgen Inmaculada de 1.500 kilos perdida en Jerez. Fue lavozdelsur.es la que el pasado 7 de mayo preguntó por el paradero de tan colosal monumento y ha sido varias semanas después cuando el gobierno municipal, a raíz de una pregunta que ha registrado Vox en el pleno ordinario de mayo que se celebrará este viernes en el Ayuntamiento, ha dado por zanjado el caso de grandes objetos perdidos que, de cuando en cuando, sacuden a la ciudadanía jerezana.

Como se recordará, hace diez años que llegaba a Jerez la imagen de la Virgen Inmaculada realizada por el escultor sevillano Paco Parra bajo diseño del extremeño Juan Valdés. Esta pieza, que pesa 1,5 toneladas y mide 3,5 metros de altura, fue encargada por el Ayuntamiento, siendo alcaldesa la socialista Pilar Sánchez con Pedro Pacheco como socio de gobierno, entonces delegado de Urbanismo. 

La idea era que el monumento, que costó casi 400.000 euros de dinero de todos los jerezanos, presidiera un espectacular pilar en la plaza del Arroyo dedicado al dogma inmaculista con motivo de los 500 años de su proclamación.

Según se ha anunciado este jueves, el Ayuntamiento de Jerez va a proceder a recuperar la imagen escultórica de bronce que representa a la Virgen de la Inmaculada, que se encontraba abandonada desde hace años en talleres municipales. 

La obra ha estado durante todos estos años almacenada y se encuentra cubierta por un grueso estrato de suciedad que está afectando a la descomposición del bronce, por consiguiente, al deterioro de  la imagen. 

Desde el Ayuntamiento, el teniente de alcaldesa de Servicios Públicos, Jaime Espinar, ha subrayado que "sin duda alguna, estar donde está y como está, sin ningún tipo de cuidados y olvidada no es su lugar", de ahí que se trabaja junto con el Obispado en su restauración y exposición en un espacio público de la ciudad.

Para recuperarla, los restauradores realizarán en primer lugar la limpieza de todo el estrato mencionado, manteniendo especialmente cuidado de no dañar la delicada terminación de la pieza. A continuación, se igualará la pátina original y se le aplicará  un tratamiento de inhibición  para evitar la desmineralización del metal y, por tanto, la oxidación. Este tratamiento último es esencial y con el mismo se realzarán los volúmenes, detalles y caracteres de la escultura. 

Finalmente, se aplicará una protección final que será el acabado del tratamiento. Esta protección creará una película intermedia entre la intemperie y el metal, de esta manera, quedará protegida la pieza ante las inclemencias externas.