78 años después de que el historiador Manuel Esteve realizara las primeras excavaciones en uno de los yacimientos más relevantes de Andalucía, un grupo de investigadores de la Universidad de Cádiz (UCA) coordinados por el catedrático Carmelo García Barroso volverá a rastrear en el subsuelo en busca de los vestigios de la antigua Asta Regia. Los trabajos, según ha confirmado el propio García Barroso a lavozdelsur.es, comenzarán la próxima semana y se prolongarán durante un mes, coincidiendo con el fin de la cosecha de trigo en parte de las 25 hectáreas bajo las que se oculta un yacimiento declarado Bien de Interés Cultural (BIC) que, incomprensiblemente, sigue en manos privadas.
Con administraciones públicas como Diputación de Cádiz y la Junta de Andalucía tímidamente volcando recursos sobre este secreto tan celosamente guardado durante siglos —gracias, eso sí, al empuje de la plataforma creada para revalorizar Asta Regia—, la UCA es quien volverá a emplear última tecnología para ir desentrañando lo que esconde la meseta a casi 4 metros bajo tierra. De hecho, adelanta el coordinador de un grupo de trabajo de unas ocho personas, por primera en Europa se va a utilizar una tecnología "muy novedosa, pionera podríamos decir, de escáner en 3D para este tipo de trabajos". "Esta vez llegamos al terreno con una intencionalidad, una perspectiva y una estrategia trazada", insiste el catedrático, que defiende la puesta en marcha del Plan Director del yacimiento que ya ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Jerez.
No obstante, pese a la "voluntad de colaboración" de los dueños de la finca, el proceso en Asta Regia sigue siendo demasiado lento para el potencial que alberga el yacimiento. "Aparte del georradar estamos utilizando por temporadas este tipo de tecnología que permite el estudio del yacimiento sin tener que escarbar. Con estas nuevas tecnologías, vamos a tener más información y en el fondo van a facilitar que se disponga de la totalidad de la información en menos tiempo".
La programación de los trabajos se irá definiendo sobre la marcha, aunque se abordarán aproximadamente unas 10 hectáreas en esta campaña. "No es exacto lo que tenemos previsto porque puedes encontrar algún punto donde interese retomar o profundizar, hay que tener en cuenta que aquí hay varias ciudades, tenemos la cristiana, la árabe, la romana, la fenicia y la tartésica. Tenemos la primera estructura como ciudad de Europa, que sería más antigua que Cádiz", asegura García Barroso.
Cuando todo esté escaneado y el proyecto avance, podrá levantarse un Centro de Interpretación y, gracias a elementos como la realidad virtual y las recreaciones históricas, Asta Regia volvería a la vida convertida en punto de referencia para investigadores, amantes del patrimonio, turistas y escolares deseosos de que al fin se conozca que esconde esta superficie similar a 80 campos de fútbol, repartida entre intramuros (aún por conocer con precisión qué tamaño exacto tuvo), los arrabales y las necrópolis. Como recoge Carmina Fort en Las ciudades de Asta, y según los cálculos de Esteve, la ciudad tenía una superficie de unas 42 hectáreas, más 32 de necrópolis, una extensión que la equiparaba a las más conocidas y pobladas de la Bética, con los siguientes ejemplos: Itálica, 32 hectáreas y 15.000 habitantes; y Carmo o Carmona, 47 hectáreas y 23.000 habitantes.