El actual gobierno mantiene la postura del anterior de que, lo mejor y más legal en estos momentos, es que la formación sea asociación cultural musical. Los músicos siguen queriendo que se les reconozca su relación laboral y en este sentido, para octubre ya se han fijado los juicios individuales contra el Consistorio.
Nuevo gobierno, misma situación con la Banda municipal de música. Pocas cosas han cambiado. La formación, oficialmente, sigue desvinculada del Consistorio e invitada a convertirse en asociación cultural musical, única solución legal que desde el anterior gobierno del PP se le ofrecía para poder cobrar sus mensualidades atrasadas.
Con el PSOE gobernando, la situación es la misma. Se sigue apostando por esta medida defendiendo la legalidad del proceso y así se lo ha planteado el propio delegado de Cultura, Francisco Camas, a la banda así como a los partidos que forman parte del pleno municipal y que se han interesado por el tema.
En concreto, se le ha propuesto a la banda firmar un contrato de tres años que, desde el Ayuntamiento, entienden que serviría para empezar a normalizar la situación. Sin embargo, los músicos entienden que esto no sería más que un parche que tampoco les garantizaría que el gobierno contara siempre con ellos. Y es que, al no estar vinculada al Consistorio, otras formaciones podrían ofertar sus servicios para tocar en cualquiera de los actos que se llevan a cabo en la ciudad.
Desde la banda lo que se pretende es encontrar una solución aunque sea por fases. A corto plazo, que vuelva a funcionar como tal, y a largo, que haya un proyecto solvente que permita a los músicos tener una relación laboral con el Ayuntamiento. En este sentido, su representante legal, Antonio Ortega, ha planteado algunas opciones a Cultura, opción que desde la delegación sigue sin verse clara. De todas maneras aún no hay nada en firme, toda vez que se está a la espera de que todas las partes mantengan una reunión con la interventora municipal, actualmente de vacaciones, para intentar llegar a un acuerdo.
Lo que sí parece claro es que esa reunión tendrá que ser antes del próximo octubre cuando, según ha podido saber este medio, están fijadas las fechas de las demandas declarativas de relación laboral que 39 de los músicos interpusieron contra el Ayuntamiento con el objetivo de que se les reconozca como trabajadores municipales.
Y con septiembre a la vuelta de la esquina, parece complicado que se encuentre una solución para que la banda pueda tocar en dos de los celebraciones más representativas del calendario festivo otoñal, como son las de la pisa de la uva y la procesión de La Merced. Ambas serán con música, ya que el gobierno no quiere que pase como en la pasada procesión del Corpus, que la custodia fue en silencio por primera vez en muchas décadas. Así que, a día de hoy, todo hace indicar que otra formación estará presente en estos actos.