¿Sobran costaleros para la Magna? La cifra, unos 1.900, se está superando con creces

Los 37 pasos que saldrán el 12 de octubre empiezan a ensayar tras unas igualás casi ultimadas. La premisa es "ser generosos" en la admisión en las cuadrillas. Los capataces también trabajan en la imagen del costalero "cuidando su actitud"

Ensayo del palio de Los Dolores, en la plaza de San Lucas, en la noche del pasado jueves.

¿Hay suficientes costaleros para la Magna de Jerez? Los hay y hasta sobran. No obstante, esta cuestión siempre sale a colación cuando se convoca un evento de estas características que, a diferencia de la Semana Santa, concentra en un solo día, en el caso de Jerez, a 37 pasos. No solo tiene la dificultad de tener a la gente necesaria, también hay capataces que deben solucionar y decidir en qué pasos mandará cuando en Semana Santa tocan los llamadores de varios.

Saldrán 33 pasos de palio, que calzan 30 hombres en el 99 por ciento de ellos, cuatro pasos de misterio de reducidas dimensiones, uno cargado por fuera, Amor y Sacrificio, junto al del Cautivo (Virgen de la Luz), Loreto, y el del Ecce Homo (Rosario). Tomando una prudente media de 50 costaleros por el total de pasos, la cifra de los estrictamente necesarios se aproxima casi a los 1.900, una cantidad que se va a superar notablemente con las ‘puertas’ abiertas que están fomentando las hermandades.

Tomás Sampalo dando órdenes a la 'gente de abajo'. MANU GARCÍA

Evidentemente, costaleros hay de sobra, pero en los días pasionales. En el mundo de la ‘gente de bajo’ se sabe que sacar una sola cofradía no es lo común. Al menos repiten en dos o tres pasos e incluso abundan lo que salen casi todos los días, en Jerez y en otras ciudades.

El esfuerzo ahora no es comparable con lo que fue antaño cuando las salidas eran de ‘mármol a mármol’, es decir, que entrabas pisando la iglesia y hasta no volver a ella no se salía de la parihuela.

El sistema de relevos, ya totalmente normalizado, hace posible que se puedan repetir salidas e incluso anima a los que no tienen una condición física especial a meterse bajo las trabajaderas. Es lo que manda ahora. Cuestión aparte es la concentración en un mismo día, pero lo extraordinario llama a muchos que vuelven y otros que se estrenan. 

Un auxiliar ayudando al capataz. MANU GARCÍA

Hasta el momento, según se ha podido comprobar en imágenes difundidas en las redes y por testimonios directos de capataces, que recogemos en esta información, las igualás han contado con una masiva presencia. Y algo que se esperaba y está ocurriendo, el efecto llamada de la Magna en muchas localidades de la provincia y de otras.

También han empujado los de los misterios que por su estatura no entran en los palios, pero que han mostrado sus deseo de participar, por lo que se cuenta con un ‘banquillo’ que aporta una cantidad extra muy importante.

Atención a la movilidad del costalero en las calles

Una cuestión nada baladí es la que plantea José Catalán ‘el bota’, experimentado costalero de Jerez. Se pregunta si el Consejo “ha barajado la realidad de estos, que deben moverse en los relevos entre el público que estará estático viendo el tramo de recorrido oficial: tendrán menos tiempo de paso que en cualquier día de la Semana Santa normal”

Esta advertencia señala claramente a los que salen del tramo que han trabajado y deben desplazarse al lugar del siguiente relevo entre la muchedumbre que se espera. A falta de conocer el plan definitivo, se supone que los lugares de relevos estarán seleccionados en zonas en las que esta operación pueda desarrollarse con cierta facilidad.

El costalero, el “motor” que lo mueve todo

“Los pasos lo van a mover un colectivo que a veces es ensalzado y a veces vilipendiado”, considera José Catalán a la lavozdelsur.es. Tres capataces consultados por este medio, que tienen a su cargo varios pasos, coinciden en que es una magnífica oportunidad de reivindicar la esencia de este mundillo. Afirman rotundamente que no hay problemas en cuanto a número  y que la fluencia de fuera de Jerez (provincias de Cádiz, Sevilla, Málaga y Córdoba) es extraordinaria.

El patero en pleno trajado de controlar la dirección del paso. MANU GARCÍA

Jaime Racero, capataz del palio Madre de Dios de la Misericordia y de la Virgen de las Bienaventuranzas, lleva preparando el 12 de octubre desde hace tiempo y explica que “en esta ocasión participan muchos de los misterios, entrando los que por altura pueden trabajar en un palio”.

Confiesa que las igualás han ido muy bien con gente que han venido de localidades de la provincia de Cádiz e incluso de la de Sevilla, “y siempre esperando a que la fecha se acerque más, que será cuando empiecen a ofrecerse más personal para entrar”, aunque a estas alturas tiene claro que el plan está más que perfilado.

“Va a ser la magna de los auxiliares”, comenta Racero en referencia a que, al llevar dos martillos, sus ayudantes tendrán un papel fundamental, más allá de sus responsabilidades habituales en Semana Santa. “Tengo un equipo muy bueno capaz de asumir lo que sea necesario y muy consolidado”, afirma.

“El costalero en la magna es el motor y artífice de que todo funcione”, relfexiona este capataz sobre el momento de la Magna subrayando que para el mundo costalero es “una oportunidad para que se valore el trabajo de todos los que estamos alrededor de las trabajaderas”.

Costaleros en lasl trabajaderas durante el ensayo. MANU GARCÍA

Otro capataz que tendrá que dividirse en Tomás Sampalo, que saca Esperanza, Dolores y Reina de los Ángeles: “He cerrado todas las igualás incluso los cuadrantes con más hombres que en Semana Santa”. Sampalo dice que la Magna “es una ocasión para ser generosos y cuanto más puedan vivir la experiencia creo que mejor”.

En cuanto a la procedencia, además de los titulares de cada paso y los hermanos de la cofradía, cuenta que ha metido “gente de toda la provincia y también de Cordoba, Huelva, Sevilla… no creo en absoluto que haya problemas”. Sampalo relata que está al frente de todo lo previo a la procesión: reuniones, igualás, ensayos…  “pero con el visto bueno de mis tres cofradías y por razones muy personales, iré con la Esperanza”

Considera que el 12 se octubre “será un día donde mucha gente tendrá su primer contacto con nuestras cofradías; eso nos debe comprometer enormemente en la actitud fuera del paso y en el trabajo dentro del paso. Toca trabajar mucho este mes para ello”.

Martin Gomez Moreno saca cuatro pasos: Soledad, Paz y Concordia, Amargura y Encarnación. A su juicio no va a haber problemas. Él no los tiene. como los dos capataces anteriores, y pone de manifiesto que “se cuenta con el valor añadido de los costaleros de los misterios”, junto los que también le llegan de otras provincias como Sevilla, Cádiz, Málaga e incluso desde Salamanca.

Tiene absoluta confianza en su equipo con auxiliares para gobernar cada uno de los pasos y suficientemente preparados para solventar cualquier problema, “mientras que yo estaré delante de cada uno de ellos en determinados momentos”.