El tenor mexicano Ramón Vargas será el encargado de inaugurar la nueva temporada en el Teatro Villamarta el sábado 5 de octubre. Una de las voces más internacionales de la lírica llega a Jerez, acompañado al piano por Mzia Bakhtouridze, para cantar piezas del repertorio operístico italiano y conocidos temas de compositores de su país natal. Vargas -con más de 40 años de carrera artística a sus espaldas- hará su debut en el coliseo jerezano tras protagonizar la pasada semana la ópera L’elixir d’ amore de Donizetti en A Coruña, junto a la soprano Ruth Iniesta.
Precisamente, con piezas de Donizetti y de su Elixir d’amore arrancará el concierto de Ramón Vargas: Una lacrima y Una furtiva lagrima son las dos partituras del músico italiano elegidas por el tenor para la ocasión. Continuará con otras dos joyas musicales del belcantismo -La promessa y La danza-, cuya autoría corresponde a Rossini. Acabará la primera parte de su recital, dedicada exclusivamente al repertorio operístico italiano, con cuatro muestras de la maestría de Verdi: Deh! Pietosa addolorata, Il poveretto, In solitaria stanza y Ad una stella.
Al igual que cantantes de la talla de Caruso, Kraus y Pavarotti, Ramón Vargas se siente atraído por la obra musical de F. Paolo Tosti, al que se le atribuyen más de 500 canciones. Cuatro de ellas (Non t’amo più, Ideale, A vucchella y L’alba separa dalla luce l’ombra) marcarán el inicio de la segunda parte del concierto.
Tras el Intermezzo núm. 1 para piano solo de Manuel M. Ponce, el público podrá disfrutar de un breve repaso a algunos de los temas más célebres de autores mexicanos. De Agustín Lara sonará Amor de mis amores y Oración Caribe, mientras que, de María Grever, el tenor ha incluido en el programa Cuando vuelva a tu lado. Pondrá fin a este concierto Medley, Somos novios y Esta tarde vi llover de Armando Manzanero.
“Soy una persona que ama lo que hace”, ha manifestado en más de una ocasión Ramón Vargas a los medios de comunicación. Y, desde ese convencimiento, ha reiterado que hace todo lo que está en su mano para desarrollar esta pasión. A tenor de los resultados, no le ha ido nada mal, puesto que desde que debutara en Europa en el papel de Edgardo en Lucia di Lammermoor (Lucerna, 1988), ha conseguido labrarse un sólido reconocimiento internacional. Otro hito en su currículo profesional viene marcado por su debut en el Metropolitan Opera House de Nueva York en 1992 -también como Edgardo en Lucia di Lammermoor- y por su presencia, poco después, en el Teatro alla Scala, cantando Fenton en el centenario de Falstaff, bajo la dirección de Riccardo Muti.
Actúa regularmente en los principales escenarios de todo el mundo, interpretando numerosos papeles protagonistas del repertorio operístico, además de haber colaborado con los directores de orquesta más célebres. Una carrera artística que ya acumula más de 40 años, en la que ha destacado también como un excelente cantante de concierto (con un repertorio que abarca canciones clásicas italianas, lieder alemanes y composiciones francesas, mexicanas y españolas de los siglos XIX y XX). Ha sido galardonado con el Lauri Volpi al Mejor Cantante de Ópera (1993), Gino Tani de las Artes (1995) y el Premio Puccini (2005), entre otros muchos.