La tienda Sonia Up Shop Curvy de Jerez es un espacio en el que las mujeres pueden comprarse la ropa que quieran sin importar su talla. Parece fácil, pero la misión a veces se vuelve imposible en las grandes cadenas que dominan el sector. En cambio, este es un punto de encuentro en el que pueden sentirse a gusto consigo mismas.
Miriam Mulero y Sonia ‘Mercury’ son dos hermanas de Jerez que en agosto de 2017 abrieron su propia tienda de moda. "Tuve un bebé y no tenía nada. Venía de ser autónoma y como no podía dedicarle el tiempo necesario a mi negocio tuve que dejarlo", comenta Miriam. Junto a ellas, Lidia Sánchez completa la plantilla del establecimiento.
Esta jerezana de 38 años continúa explicando que "Sonia fue la que me propuso montar este negocio porque le costaba encontrar ropa de tallas grandes y en una semana ya teníamos la tienda y empezamos a trabajar". Ella siente auténtica devoción por su hermana y sabía que esta idea iba a salir bien. "Ella es así, lo que quiere lo consigue porque se lo curra. Cuando me propuso esto acepté sin pensarlo", afirma.
Así, de la nada nació esta tienda con la que han tenido que experimentar mucho para sacarla adelante. "No sabíamos nada, nos equivocamos tantas veces, perdimos tanto dinero… pero al final hemos conseguido impulsarlo", aseguran. Para ellas, "crear un espacio así era necesario, había mucha gente que lo necesitaba y lo reclamaba".
Sonia es tajante: "Nosotras vendemos ropa para gordas. Es solo una condición física". Para la empresaria de 32 años, esta tienda "es un lugar donde las personas que no encuentran casi nada en tiendas con tallas normativas se siente a gusto y puede elegir".
Al principio, la oferta era más reducida, pero a medida que el negocio va creciendo también lo hacen los productos que ofrecen. "Por estar gordas no tenemos por qué vestirnos con ropa de señora. Tenemos derecho a vestirnos como queramos", reclaman. Por eso, desde hace aproximadamente un año han empezado a comercializar también lencería. "Dentro de la ropa, en estos casos suele ser la gran olvidada. Es muy difícil encontrar ropa interior de talla grande y nuestras clientas están encantadas con que se lo ofrezcamos", remarcan.
Además de esto, también están ampliando su oferta de otro tipo de prendas con sus propias peticiones y diseños. "Llevamos tanto tiempo trabajando con nuestros proveedores que ya nos hemos hecho sus amigos. Nos hacen incluso la ropa bajo demanda", explica Sonia.
Este aspecto es crucial, ya que solo así han podido ofrecer a su clientela productos que no encontrarían en la gran mayoría de tiendas de ropa. "Siempre hemos tenido que llevar camisetas deportivas o las típicas mallas negras. Poder llevar un estampado de leopardo es algo que nunca se había visto", dice Sonia.
"En España había varias tiendas de tallas grandes, pero vendían ropa de señora. Nosotras hemos conseguido traer prendas que antes no estaban al alcance de las mujeres con curvas", añade Miriam. En la tienda se puede encontrar todo tipo de camisetas estampadas, vestidos, ropa interior, pantalones o mini shorts entre otros productos. Sobre estos últimos, las hermanas jerezanas indican con orgullo que "de esta prenda que supuestamente no pueden ponerse las gordas hemos vendido más de 600 unidades".
Otro aspecto importante es que en esta tienda casi no se trabaja con tallas. "Nosotras cogemos el metro y medimos cada prenda, así nos aseguramos de que le vaya a quedar bien a quien se la quiera comprar. Al poder comparar tenemos un porcentaje casi nulo de evoluciones", explican.
Todos los martes hacen directos en su cuenta de Facebook mostrando las prendas que han recibido y ejerciendo como modelos para que las clientas puedan hacerse una idea de cómo les puede quedar para realizar los pedidos, que se pueden hacer en la propia tienda —situada en la Avenida de la Universidad nº5—, en la página web o a través del whatsapp del negocio, 661354565.
Un aspecto que desean recalcar es la problemática de la venta ilegal de ropa. "La gente va a los almacenes, se traen prendas y las venden desde su casa. Hacen mucho daño" Aseguran que más que daño económico lo que les causa estas prácticas es daño psicológico porque "nosotros estamos constantemente cuadrando cuentas, pagando los impuestos, declarando las prendas… pero luego hay gente que vende en negro y a quien vienen a buscar si hay algún problema es a nosotras que tenemos una tienda". Para ellas, la legislación actual es insuficiente para controlar estas prácticas comerciales desleales.
La labor de Sonia Up Curvy Shop no es únicamente la de vestir con su propio estilo a mujeres con tallas grandes, sino también hacerlas sentir felices y ayudarlas a aceptar su cuerpo. Sonia indica que "aquí vienen personas con la autoestima por los suelos. Creen que nada les queda bien y no se atreven a ponerse la ropa que realmente les gusta. Nosotras les ayudamos a verse mejor, les ofrecemos salud mental".
Y es que, desgraciadamente muchas personas usuarias de tallas grandes sufren o han sufrido insultos, bromas y otros tipos de comentarios. "Es el día a día, no te dejan tranquilo", cuenta Sonia, quien reconoce que a menudo tiene que enfrentarse a situaciones de este tipo. "Voy andando por la calle y me miran de arriba abajo. Eso es lo de menos, pero cuando ya te sueltan algún comentario es difícil. A mí me resbala lo que me digan, pero a una adolescente de 15 o 16 años la pueden hundir", dice.
En su tienda lucen diferentes mensajes 'body positive' que tienen como objetivo animar a quienes están pasándolo mal o sufren y reconocen orgullosas que funciona. "Hay quien viene fatal y con los mensajes que le hacemos llegar y la ropa que se lleva sale con una sonrisa de oreja a oreja. Eso no tiene precio". La gordofobia es una lacra contra la que ellas pelean día a día. "Si pudiéramos publicar lo que ven las cámaras de seguridad daba para hacer una serie de documentales", afirman.
Sin duda, la influencia que tienen en el estado de ánimo de muchas de sus clientas es digno de reseñar. "Aquí ha venido gente que nos ha dado las gracias llorando porque hacía 20 años que no pisaban la playa por vergüenza", reconoce Sonia con una mezcla de orgullo y emoción.
Estas dos hermanas también han organizado y participado en desfiles reivindicativos, llevando el lema 'stop gordofobia' siempre por bandera. Como cuentan, "a la gente le gusta mucho, es siempre espectacular". El objetivo de estas empresarias locales no es otro que el de hacer felices a sus clientas a la vez que luchan contra el odio y la discriminación de las personas de tallas grandes.
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