Los turnos para ver a los Reyes Magos en Jerez el cinco de enero, agotados al completo en unas horas

Las inscripciones se abrieron el viernes a las cinco de la tarde, y poco después no quedaba ni una sola plaza en las diez ubicaciones habilitadas

Un rey Mago en una cabalgata. FOTO: MANU GARCÍA

Un éxito, o una frustración, según se mire. Los turnos disponibles para ver a los Reyes Magos en Jerez, abiertos este viernes, han volado en unas horas, en todas sus ubicaciones, en todos sus tramos horarios, y para cada uno de los tres reyeas magos que, por arte de magia, evidentemente, iban a estar a la vez en varias ubicaciones, como bien saben los más pequeños.

Pero contra lo que no han podido hacer Sus Majestades ni la Asociación de Reyes Magos ha sido que se agoten las plazas en unas horas. Las reservas se abrieron este viernes 11 de diciembre a las 17 horas. A los Reyes les ayudaban en cada ubicación otros reyes magos anteriores de la asociación de quienes han tenido el privilegio de salir en sus carroza otros años. En total, tres reyes para una decena de lugares, del Alcázar a los barrios de la ciudad, o sea, 30 majestades.

Y a pesar de que el sistema iba a permanecer abierto hasta el 4 de diciembre, horas antes, quien no tuvo la precaución de reservar nada más abrirse los turnos, quien supiera que se haría este viernes, no va a tener, parece, oportunidad de que los peques de la casa cuenten in situ lo que quieren para esa noche mágica, que es una alternativa a la cancelada cabalgata por razones sanitarias.

Así las cosas, parece difícil que se habiliten nuevos espacios para hacer frente a todos los padres, madres, abuelos, etc., que se han quedado fuera en estos turnos. Porque la situación sanitaira no ofrece más alternativas. El número de espacios y reyes era de esa treintena, y el éxito ha sido que ha tenido muy buena acogida. El fracaso, la frustración, es que no es suficiente para que puedan disfrutarlas todas las familias que tenían intención de acudir. 

Los turnos se dispusieron para evitar colas y aglomeraciones, haciendo de estos eventos algo más seguro dentro del programa de Navidad, con geles, distancia, etc. La pregunta es si hay margen para intentar algo que amplíe el programa y dé una solución a las familias que deseen ofrecerles ese recuerdo a sus hijos. 

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