Después de décadas prácticamente en el olvido, aun sabiéndose la riqueza arqueológica que hay oculta, la posibilidad de que las ruinas de Mesas de Asta puedan ver la luz, aunque sea de manera parcial, empieza a verse como algo factible. En eso tiene mucho que ver la mayor sintonía que en los últimos meses hay entre las diferentes administraciones dispuestas a desenterrar uno de los yacimientos más importantes no solo de Andalucía, sino de Occidente, ya que son muchos los investigadores e historiadores que localizan la mítica Tartesos en este lugar.
Lo cierto es que desde el pasado verano comenzaron a entablarse conversaciones entre las diferentes partes implicadas, esto es, Ayuntamiento —el delegado de Dinamización Cultural, Paco Camas, ha mostrado en más de una ocasión su ilusión de que durante su periodo en el gobierno local puedan darse los primeros pasos en pos de las excavaciones—; Museo Arqueológico de Jerez, Junta de Andalucía y Universidad de Cádiz, sin olvidar a la propiedad de la finca donde se encuentra el yacimiento, que está poniendo facilidades para que se puedan realizar futuros trabajos sobre el terreno.
Distintas fuentes implicadas en el proyecto señalan a lavozdelsur.es que es muy probable que en este mismo año pueda haber incluso establecido un Plan Director que establezca un diagnóstico y los pasos a seguir en Asta. “Esto no es solo sacar un pico y empezar a excavar”, señalan estas fuentes. Pero aquí, un aspecto fundamental es el económico, y en este sentido se va a acudir a las ayudas para los Grupos de Desarrollo Rural, que permitirá financiar una fase previa de este Plan Director y para lo cual ya se ha ultimado una propuesta a la Junta de Andalucía.
Aunque todavía falta mucho por concretar, la idea que se maneja es que el yacimiento se conforme en un futuro como un proyecto “museístico y cultural”, en palabras de estas fuentes. No solo se piensa en poner en valor el yacimiento con un centro de interpretación que explique la importancia que tuvo en su día la ciudad, también rodearlo de diferentes actividades como pudieran ser las gastronómicas y vitivinícolas, relacionándolo con las civilizaciones que pasaron por Asta Regia en la antigüedad. En definitiva, un proyecto que revitalice la barriada rural, enfocado a un turista con gustos eminentemente culturales.
Hay que recordar que el pasado verano, y durante varios meses, la UCA ya estuvo evaluando el estado de conservación de los restos de la antigua ciudad a través de georradar, una tecnología que permite conocer tridimensionalmente el estado y la precisa localización de los restos que se conservan. De hecho, ya se han producido resultados relevantes, como la localización de varios edificios importantes y de elementos defensivos y urbanísticos de la ciudad. E incluso sin excavar, Asta Regia sigue dando sorpresas, como la del pasado octubre, cuando un vecino de la barriada encontró un capitel romano, que salió al descubierto por una escorrentía producida por las lluvias caídas en esas fechas.