A días de las pasadas municipales de 2015, en las que el PP ganó las elecciones, pero perdió cuatro de sus 15 concejales, aprobó sin más concurso público ni respaldo de la Ley General de Subvenciones una partida de 23.760 euros a repartir entre una docena de entidades flamencas de la ciudad. "Estuvimos cuatro o cinco años trabajando para ese convenio, y al final era una miseria porque ahora hay peñas que no pueden ni pagar un IBI que antes no pagaban", ha explicado a lavozdelsur.es un miembro de la federación de peñas flamencas del municipio. La subvención directa no tocaba ni a 2.000 euros por entidad, que dividido en el mandato no sale ni a 500 euros al año. Solo en 2014, el Ayuntamiento destinó prácticamente el mismo dinero -21.000 euros- para que una empresa privada contratara artistas para la III Semana Internacional del Día del Flamenco, un evento que el ejecutivo de Pelayo -que ni siquiera contó con delegación específica de Cultura- se sacó de la manga dos años antes con una repercusión nula más allá de las fronteras del término municipal.
Mientras el PP ahogaba a la inmensa mayoría de las peñas flamencas de la ciudad, verdadero tejido y motor de la cuna del cante, mientras suprimía o mermaba eventos culturales con solera -6 grupos 6, festival de cortos...- y otros de gran calidad artística y proyección -Centro Lírico del Sur y 'Noches de Bohemia'-, llegó a desembolsar, según la información a la que ha tenido acceso este medio, casi 200.000 euros en un total de 47 contratos menores con una única empresa privada que se dedicaba a montar los festejos flamencos y actuaciones de toda índole que se les iban ocurriendo. Algunos directamente surrealistas, como exaltaciones de saeta en Mairena o en el sevillano barrio de Triana, y cuadros flamencos en peñas taurinas costeados con dinero público.
Si Pelayo pregonaba austeridad, control férreo del gasto y recortaba en todo, en paralelo podía ordenar un gasto de más de 4.000 euros para un cuadro flamenco e iluminación para el sorteo de la Lotería Nacional en Jerez que derrochar 4.416 euros en 'servicios musicales para la presentación de la Vuelta Ciclista 2014'. Y todo con la misma empresa: Arte-Sherry SL. Su gerente, Antonio Ojeda, lleva décadas trabajando para el Ayuntamiento. Lo ha hecho con todos los gobiernos. Hasta con Pacheco en aquella bochornosa historia del pabellón Tierras de Jerez de la Expo 92. No obstante, "es difícil que haya tenido más relación y actividad que en esta legislatura", aseguran fuentes municipales. Nada más relevarse el gobierno local, ahora con el PSOE al frente, su empresa volverá a organizar un año más los Viernes Flamenco. Eso sí, tras ganar la licitación pública que por primera vez se ha hecho para explotar este evento, como ha asegurado el teniente de alcaldesa de Cultura, Francisco Camas. "Estamos contentos por calidad-precio. Al Ayuntamiento no le cuesta nada, y el productor se la juega al completo", aseguraba este miércoles Antonio Ojeda, padre por cierto del youtuber Álvaro Ojeda, en una entrevista en Diario de Jerez.
Cuatro años después, los peñistas se quejan: "Aquí ha habido limosna para las peñas y champán para otros". Desde que en 2011 se contrataran 1.560 euros por la actuación de un cuadro flamenco en la gala de la pisa de la uva hasta los alrededor de 11.000 euros percibidos por la contratación de diferentes saeteros este mismo año, Arte-Sherry no ha parado de ser contratado por el anterior gobierno. Incluso se le confió un desembolso de casi 20.000 euros en 2012 por celebrar actuaciones y "poner en valor" las rutas del flamenco. Una iniciativa de la que poco o nada se ha sabido.
El PP, que anunció que retomaría el proyecto emblemático de la Ciudad del Flamenco para luego desterrarlo, se deshizo en gastos superfluos en actividades flamencas muy menores, aunque también en otro tipo de contratos para esta empresa. Contrataciones que han ido desde los 12.000 euros en 'instalación de soportes y equipo de iluminación' para los Viernes Flamenco; 1.815 euros para contratar al grupo Marismas para la presentación de la Feria 2014; dúos de música vocal, violinistas, ópera, ballet, bandas de música, y hasta castillos hinchables. Sin duda, una sociedad que ha llegado a poner en duda la utilidad de muchos de los técnicos de la Delegación de Cultura, cuya gestión "estaba privatizada de forma encubierta", afirman las mismas fuentes.
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