La asociación de consumidores Facua Cádiz sospecha que en esta barriada no se realizan correctamente la lectura de contadores y percibe un posible fraude dado el elevado importe que han alcanzado algunas facturas.
No hay peor forma de empezar el año que recibiendo las deudas del pasado, sobre todo cuando estas deudas, en forma de facturas pendientes, exceden la cuantía prevista. Esto es justo lo que le ha pasado a muchos vecinos de la barriada rural de Cuartillos, a quienes la cuesta de enero se les ha hecho más empinada al recibir la última factura de luz del 2014 con cifras que van desde los 400, 700 y llegan hasta los 1.485'25 euros.
Ante el estupor que han causado estas cuantías, la asociación de vecinos La Esperanza de Cuartillos se puso en contacto con la asociación de consumidores Facua Cádiz, la cual participó el pasado viernes en un coloquio informativo para intentar esclarecer algunas de las posibles causas de este hecho. “Si ustedes habéis visto vuestras facturas, yo he visto algunas de las que me habéis pasado, en todo el año 2014 no se ha producido ninguna lectura. O sea, el técnico no ha ido a vuestras casas a mirar el numerito, lo que contaba el contador. Eso ha supuesto que lo que han hecho son unas lecturas estimadas que, al final de año, en el mes de diciembre ha sido ver la lectura real y equilibrar todo lo que en exceso o en defecto, en este caso en exceso por lo que he visto, no han facturado”, concretó el presidente de Facua Cádiz, David Cifredo, que acudió junto al secretario general de dicha asociación de consumidores, Jesús Yesa.
Teniendo en cuenta los casos que les remitió la asociación vecinal, así como aquellos que les presentaron los vecinos asistentes a dicho encuentro, Facua cree que la posible causa de esta subida en la última factura del año es que en Cuartillos no se realiza una lectura real de los contadores. Esta conclusión se justifica en que en muchos de los casos analizados, cinco de las seis lecturas obligatorias que deben realizar las eléctricas al año han sido estimadas, dejando para el último tramo del año (noviembre-diciembre) la única lectura real. Esta última y única lectura real ha incluido el incremento del coste pertinente para equilibrar el consumo real acumulado.
Pese a esta primera hipótesis, en algunos casos Facua percibe igualmente un posible fraude dado el elevado importe que han alcanzado algunas facturas. Existen vecinos afectados que han recibido facturas de luz de su domicilio más elevadas incluso que la que reciben en sus propios negocios, ubicados también en el barrio y con maquinaria de mayor voltaje. Asimismo, un vecino se quejó de que es imposible que se hagan lecturas reales porque pese a recibir supuestamente la facturación real, la pantalla de su contador ni siquiera funciona.