La Fiscalía de Málaga ha iniciado una investigación en la provincia contra tres campos de golf por un posible robo de agua para regarlos. Son investigaciones independientes que se están llevando en paralelo y que coinciden con una época de gran sequía en Andalucía y la defensa de la Junta a este deporte por el turismo que atrae a la comunidad y la actividad económica que genera.
Fiscalía estudia si detrás de los hechos hay algún tipo de delito, por lo que el primer paso es concretar si la captación de agua se produce de forma ilegal y qué consecuencias penales puede tener. Dos de ellos se encuentran en la parte occidental de la provincia y lo sucedido podría constituir un delito medioambiental al estar en una Zona de Especial Conservación, según ha adelantado Málaga Hoy.
Al mismo tiempo, la Fiscalía de Medio Ambiente está investigando la situación del río Guadiario después de que Verdemar-Ecologistas en Acción denunciara el robo de su caudal.
Uno de los argumentos utilizados por la patronal y por la propia Junta de Andalucía para evitar restricciones es que el agua de los campos de golf es regenerada y no apta para el consumo. Sin embargo, un informe de la propia patronal señala que el 57,3% de los campos andaluces son los que usan agua reciclada mientras que el 38,5% utiliza agua procedente te otras fuentes.
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