En la provincia de Málaga existe una pequeña localidad habitada por 400 habitantes que cuenta con una curiosidad: sus calles están llenas de obras de arte. Genalguacil es bautizado con el nombre de Pueblo Museo y posee una galería artística al aire libre que nadie se espera en una aldea remota de la Serranía de Ronda.
Que las obras de arte contemporáneo se encuentren por sus calles no es una casualidad, sino que la iniciativa procede de un proyecto que comenzó en los años 90 con el nombre de Encuentros del Arte. Cada año par, durante la primera quincena de agosto, el pueblo invita a siete artistas del panorama tanto nacional como internacional a que plasmen mediante sus obras la imagen que poseen del lugar tras conocer al pueblo y a sus habitantes. Se pueden encontrar desde grafitis a esculturas, azulejos o composiciones complejas.
Las piezas son expuestas de manera pública en varios puntos del municipio, perdurando la mayoría para siempre en los lugares que se le han asignado. Sin embargo, las que son más propensas a sufrir las inclemencias meteorológicas se trasladan al Museo de Arte Contemporáneo, característico por tener un gran lápiz Staedtler en su fachada.
Algunas de las obras más llamativas para ver en Genalguacil son el Arco del Viento del artista Isidro López característico por ser un arco compuesto por sillas en una de las callejuelas de la localidad, los balones embarcados de Miguel A. Moreno Carretero compuesto por diez balones de cerámica ubicados en diversos puntos que presentan las formas de cuando se pincha un balón cuando juegas con él o los Pinchos echando una escansá de Víctor Ara.
Otra de las formas para disfrutar del arte en este lugar es, a través del Museo de Arte Contemporáneo Fernando Centeno López, cuya entrada cuesta tan solo 2 euros. A través de esta visita se puede comprender mejor la historia del Pueblo Museo en el que te ofrecen un mapa de Genalguacil con la localización de las creaciones. Este edificio cuenta con tres plantas con diversas exposiciones y, desde su terraza, se pueden observar unas maravillosas vistas de este pueblo característico por sus casas pintadas de blanco.