Un peñón calizo resulta llamativo en el paisaje de la vega de Antequera, en Málaga. Este característico monumento natural se divisa desde la localidad malagueña, junto a la antigua N-342, y se ha convertido en un curioso conjunto montañoso que se conoce como El indio, aunque su nombre real sea la Peña de los enamorados.
De camino a Archidona, esta enorme cabeza que evoca a un hombre tumbado en la tierra, se eleva 878 metros sobre el nivel del mar y está declarada como Patrimonio de la Humanidad junto con el Torcal y los Dólmenes de Antequera. Su forma la convierte en un símbolo de la zona que guarda una leyenda que se dio a conocer por las historias del Siglo de Oro.
Se dice que un cristiano que estaba cautivo en Granada, Tello, se enamoró de una bella mora de Archidona, Tagzona, llegando a tal punto su amor que decidieron escapar hacia las tierras cristianas de Antequera. En su huida, fueron descubiertos por el padre de la joven, que mandó a sus saeteros para que los detuviesen. Durante su huida, los amantes treparon por esta peña y, viendo que iban a ser atrapados, decidieron morir unidos a vivir separados, y abrazándose, se lanzaron al vacío desde lo alto.
Las personas que deseen contemplar esta curiosa formación pueden hacerlo desde el Paseo de las Barbacanas hasta el Mirador de las Almenillas, cercano al Arco de los Gigantes. Una panorámica de Antequera en la que destaca este indio tumbado que ya ha atraído a muchos visitantes.
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