Caso estremecedor el que ha tratado la Audiencia de Málaga. Un padre se ha llevado tres años violando a su hija menor. Cuando tenía 9 comenzó a abusar de ella sexualmente y así, hasta que cumplió los 12 años.
El hombre ha sido condenado a una pena de seis años de prisión por aprovechar el régimen de visitas establecido al estar separado de su esposa para abusar de la chica. El procesado ha declarado que acometió estos actos la mayoría de las veces mientras la niña dormía.
Según la sentencia recogida por Europa Press, "la menor ante el temor que le provocaba tal situación, ante la evidente superioridad del procesado puesto que se trataba de su padre, se hacía la dormida".
Cuando la menor cumplió los 12 años dejó de ir a dormir con el procesado, con lo que "efectivamente y ante la imposibilidad material de hacerlo cesaron tales actos". Como consecuencia de estos hechos, la víctima "sufre un evidente daño psíquico con estados ansiosos-depresivos".
La sentencia se dicta tras la conformidad del acusado que en el acto del juicio oral reconoció haber realizado los hechos de los que se le acusaba; además de que la víctima ratificó íntegramente su declaraciones anteriores, detallando los tocamientos que sufrió por parte su progenitor.
Por esto, se le condena por un delito continuado de agresión sexual a menor de 16 años y se le impone, además de los seis años de prisión, la medida de libertad vigilada durante diez años y que indemnice a la víctima con 7.000 euros, cantidad de la que se descontará los 1.000 euros ya abonados.
Comentarios