La sequía ya amenaza con restricciones a la Costa del Sol en pleno 'boom' de veraneantes

Ocho municipios de Málaga se encuentran ya con restricciones diarias en el grifo, a la vez que las localidades más turísticas triplican su población estos meses

Una calle de Fuengirola, este verano.

La sequía se ha convertido en una amenaza cada vez más consistente para el bienestar de la ciudadanía. Los cortes de agua comienzan a darse cada vez en más localidades. Una de esas zonas afectadas es la Axarquía, la comarca de Málaga que tiene pueblos con cortes de agua, y otros pueblos como Casabermeja vive cortes de agua cada día, según adelantaba Sur.

En concreto, desde junio, la Junta de Andalucía ha reducido en la Axarquía la dotación de agua en un 20%, mientras que en el resto de la provincia esa reducción es del 10%.

Así, las localidades de la Costa del Sol, como Marbella, ya sufren limitaciones aunque todavía no se traducen en una reducción en el agua del grifo. Los que sí sufren esos cortes son Vélez-Málaga, Iznate o El Borge, en una lista que incluye ya a ocho localidades.

Lo peor es que en estas fechas no se esperan lluvias, y de darse, serían aisladas y poco importantes para revertir la situación. La Costa del Sol aún no se verá sin agua. Esta zona cuenta con alrededor de medio millón de habitantes censados (no incluye a la capital), pero en verano las cifras se multiplican por tres en días de pico de afluencia de visitantes.

El agua es un servicio público esencial y solo a base de planes de racionalización se puede afrontar esta problemática, que en Málaga también genera problemas para los cultivos, toda vez que la provincia es un núcleo del oro verde del aguacate, una planta no autóctona que requiere de mucha agua para su producción. 

Además, Málaga cuenta con millares de piscinas y decenas de campos de golf de mayor o menor tamaño que requieren de un consumo de agua mayor que otras regiones no tan turísticias.

La agencia de calificación Moody's ha lanzado esta semana un informe que advierte de la problemática en el Mediterráneo a largo plazo del cambio climático, los fenómenos extremos y la falta de lluvias. Y lo relaciona con una posible caída del PIB relacionado con la pérdida de plazas turísticas. Una amenaza que ya se sabe que es a largo plazo, pero que este verano se está empezando a notar en la Costa del Sol.

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