Una historia de décadas en la localidad gaditana de Espera ha costado el cargo a su alcalde, Pedro Romero, de IU, por un periodo de cuatro meses y medio. Una chatarrería que "todos los políticos decían que querían quitar" y que su gobierno consiguió hacerlo, aunque ahora tiene consecuencias. Fue el propio regidor el que comunicó lo ocurrido en una rueda de prensa. Estará cuatro meses y medio sin ejercer por sentencia judicial, aunque él ya indica que "no me arrepiento". La denuncia reclamaba un millón de euros de indemnización, algo que "yo he llevado en las espaldas en silencio". Pero, ¿qué fue concretamente lo que ocurrió? Así lo explicaba Romero en una intervención de despedida.
Romero llegó a alcalde de Espera en 2003. Entonces, se reunió con los empresarios de la localidad. Llegó el turno del taller Soto Valencia, que tenía una chatarrería y desguace en el término municipal. "Me puse a su disposición para ayudarles a marcharse. Todo el mundo quería quitarla, todos los alcaldes", indicaba este jueves. A cambio, según Romero, acuerdan que a cambio se les recalifiquen unos terrenos, "75.000 metros. Una barbaridad, pero dijimos que sí. Nos pusimos a trabajar. Hicimos muchos viajes a Cádiz para que la Junta nos recalificara los terrenos. Pero bueno, les hicimos ver que era por la chatarrería. En 2006 se publica la recalificación. Me siento con los Soto y le damos dos años para que empiecen a retirar la chatarra. Nunca presentaron el plan parcial, que es el paso previo a la urbanización", indica.
Fueron los años del crack inmobiliario. "Nos dijeron un engaño tras otro, siempre poniendo excusas. Todo era soberbia y excusas, y era vergonzante para el Ayuntamiento, porque habíamos cumplido. En 2009, ante su negativa de retirar chatarra, el Ayuntamiento mandó un cierre parcial. Y ahi vemos que no tienen licencia para chatarra y desguace. En marzo de 2010, el Ayuntamiento ordena el desalojo y retirar la chatarra. Evidentemente, nos ponen una denuncia en el juzgado. En marzo de 2011, en una estrategia con políticos de Espera, en 2011, a meses de las elecciones, nos provocan, piden una cautelar al juez y el juzgado la concede. Hasta que no hubiese sentencia, podían abrir", algo que indica que ni siquiera habrían hecho. "Su estrategia era provocar".
Más tarde, le ponen una denuncia personal. "Piden dos años de inhabilitación, una multa de 5.000 euros y un millón de euros. Todo por una licencia que no tenían. Un millón de indemnización que he llevado en silencio a mis espaldas. Han ido por mí sin piedad. Yo estaba temiendo que la Justicia dijera que había que pagarlos. Ojalá tuviese un millón de euros. Y dos años de inhabilitación además de una multa de 5.000 euros". En ese tiempo, el Ayuntamiento gana el litigio y el TSJA da la sentencia definitiva. "Pagaron sus costas. Se da por finalizado el expediente. No hemos abierto la boca. No queríamos un enfrentamiento, pero aún quedaban restos de la chatarra", señalaba el regidor.
"En 2017 ellos empiezan una ofensiva, van a por mí sin piedad. Uno me acusó de que por culpa mía su señora tenía una enfermedad muy grave. Tenían la única intención de machacarme y arruinarme. No es agradable. Sin saber por dónde puede ir la Justicia. El 23 de enero 2020 fui a juicio. Llevé tres testigos: el secretario, un policía y el arquitecto municipal. Los tres dijeron al juez que actué con informes técnicos, que no fue personal, que no hubo nada sin informe. El juez no lo tuvo en cuenta. Entendía que yo había incumplido una orden de judicial. La multa es de 12 euros diarios por nueve meses, el pago de costas y cuatro meses y medio de inhabilitación. Al millón no me han condenado, eso lo retiró el juez", señalaba este jueves.
Romero mantiene que la sentencia es por "desobedecer a un juez que nos había dado la razón. Curioso, el mismo juez es el que dice que yo lo he desobedecido. Si este es el precio que tengo que pagar por haber quitado la chatarrería, me siento superorgulloso. Si me tengo que ir unos meses, me voy encantado. Pero la chatarrería está quitada. Ahora van a pasear allí las personas mayores, antes iban con miedo por la carretera de tener un accidente, que nunca lo hubo porque hubo suerte". A su juicio, "son cerca de 18 años de alcalde y eso molesta. Ellos han hecho una ofensiva para quitarme de alcalde", y asegura que ha sido "con complicidad de otros políticos de Espera".
Ahora se abre una posibilidad, "minima", la vía del indulto. "Me dice mi abogado que agote las posibilidades. Por un lado no estoy por la labor pero por otro sí. La misma Fiscalía ahora hace el informe jurídico y puede indultar el Consejo de Ministros".
Por lo pronto se dedicará a su familia. "Vuelvo en cuatro meses y medios, con la cabeza alta, y me voy no por una condena de robar ni nada, y siempre mirando por los intereses de los espereños y espereñas. Que sigan intentándo quitarme de alcalde, que algún día el pueblo lo hará pagar. Me voy agradecido a todo el pueblo de Espera y a todos mis compañeros", remachaba.