La organización ecologista Verdemar Ecologistas en Acción ha emitido una denuncia en la que advierte que el río Guadiaro ha experimentado una reducción de su caudal como consecuencia de las extensas extracciones de agua realizadas en la Central Hidroeléctrica de El Corchado.
La Central Hidroeléctrica de El Corchado, situada en San Pablo de Buceite, Jimena de la Frontera, ha quedado en el centro de la polémica al haber presuntamente "incumplido" el caudal ecológico necesario para el río Guadiaro, lo que ha resultado en una disminución completa de su cauce en días recientes. Este acontecimiento ha tenido un impacto considerable en el entorno natural de la zona.
Construida en 1906, esta antigua central hidroeléctrica ha sido señalada por su contribución a la transformación del río Guadiaro a lo largo de los años, debido a prácticas como trasvases, captaciones no autorizadas y una explotación excesiva de los recursos acuíferos. La situación actual de la central hidroeléctrica, sumada a estos factores, ha dejado la condición del río en una situación precaria, según los ecologistas.
Esta instalación, "una de las más antiguas en su tipo en España", opera a través de dos tuberías que canalizan 12.500 litros de agua por segundo desde la poza del río Guadiaro hacia las turbinas generadoras, con una capacidad de producción de 15.000 Kw. A su apogeo, abastecía a alrededor de 5.000 hogares.
El problema principal radica en la insuficiencia de caudal del río Guadiaro para mantener la operación de esta infraestructura sin perjudicar tanto al ecosistema local como al propio cauce del río. La delicada situación del río y las controversias generadas alrededor de esta central hidroeléctrica "evidencian" la importancia de abordar de manera sostenible la gestión de los recursos hídricos en la región.
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