Desde hace más de una semana, el pequeño Pepe, natural de Guadiaro, una barriada de San Roque, no ha podido abrazar a su compañero, un dinosaurio de juguete que se ha convertido en su apoyo durante el tratamiento hospitalario al que se somete.
El niño jugaba en el parque del Secadero cuando lo perdió. De inmediato, su madre Rosana acudió a las redes sociales para pedir ayuda y encontrar el paradero del objeto que su hijo abraza.
"Le acompaña en sus días de más miedo, si alguien lo encontró agradecería que se lo diera", expresó en Facebook, donde ha recibido un aluvión de solidaridad con la causa.
La mujer ofreció dar a cambio otro dinosaurio de juguete a la persona que lo encuentre. Solo quiere recuperar el que su hijo aprieta para ganar seguridad.
Varios vecinos del Campo de Gibraltar se han ofrecido a comprarle uno nuevo si no encuentra el suyo. "Nos ofrecemos si no aparece el juguete", ha dicho David Arias, miembro de San Roque Rugby Club.
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