Mejorar la seguridad en el tráfico y la movilidad es el objetivo del Ayuntamiento de Chiclana para este 2024. Ha anunciado que invertirá 3,5 millones de euros en la creación de Zona de Bajas Emisiones, la instalación de semáforos, radares, pasos de peatones iluminados, señalización, reductores de velocidad o marquesina, además de las próximas actuaciones de reconversión en amplias avenidas de las carreteras de Las Lagunas y Fuente Amarga.
Con el objetivo de mejorar la seguridad de conductores y peatones en la Zona de Bajas Emisiones, ya se están desarrollando distintos proyectos que el alcalde de Chiclana, José María Román, ha mencionado junto al delegado de Movilidad, José Vera. Entre ellos, se encuentran la instalación de 56 cámaras de control de tráfico con lectura de matrículas, la sustitución de semáforos, tres estaciones de control de calidad del aire, dos paneles de mensaje variable para información, ocho pasos de peatones iluminados, así como una nueva web y APP para información a la ciudadanía y realización de gestiones relativas a la movilidad, así como señalización, reductores de velocidad y marquesinas.
La junta de gobierno local ha aprobado días atrás dos nuevos proyectos en los que se prevé nuevos radares en la carretera de Sancti Petri; camino del Sotillo; carretera de Fuente Amarga, junto a hotel Fuentemar; Puente de la Concordia; Avenida del Mueble y carretera de La Barrosa, junto a parque El Campit.
También se instalarán semáforos con pulsador para peatones en carretera de La Barrosa, junto a rotonda de la Primera Pista; carretera del Marquesado, junto a Mercadona; carretera de Fuente Amarga, junto a Bar Frenazo; y Avenida del Atlántico, entre Venta El Pino y Cervecería D’Los Oliva. “Hemos comprobado que hay conductores que no respetan la velocidad en distintas vías y cómo en aquellas que cuentan con radar el cumplimiento de la norma es mayor, por lo que hemos decidido ampliar el número de radares a los seis ya existentes”, ha explicado el alcalde.
El alcalde detalla que otra de las actuaciones previstas es la instalación de pasos de peatones iluminados en el Puente de la Concordia, junto a rotonda del Padre Sixto; calle Ancha, junto a El Pájaro; carretera de Fuente Amarga, junto a Unicaja; callejón de las Delicias, junto a IES Fernando Quiñones; callejón de la Peligra, a la altura de la calle Amaranto; carretera del Marquesado, frente a Asociación de Vecinos Esperanza del Marquesado; carretera de La Barrosa, frente a Pastelería La Abeja Maya; y Avenida del Molino Viejo próximo a camino del Sotillo.
“Confiamos en que todas estas actuaciones nos permita lograr una ciudad más segura y con menos accidentes de tráfico, además de menos contaminación”, ha comentado José María Román, que ha recalcado que “el objetivo es tener una ciudad más amable y segura, en el que la ciudadanía puede pasear y transitar con tranquilidad por sus calles”.
José Vera ha incidido en que, “con el objetivo de mejorar la seguridad de la ciudadanía, estamos trabajando en la línea de la Agenda 2030 y por pura convicción, ya que queremos tener una ciudad más amable, acogedora y segura”. “Así, como municipio de más de 50.000 habitantes, nos hemos centrado en la implantación de una Zona de Bajas Emisiones y en una ordenanza reguladora, que se ha abordado en el Consejo de Movilidad celebrado hace unos días y que esperemos pueda aprobarse en el Pleno de enero, llevándose a cabo como prueba piloto durante el primer año, para que las personas puedan cambiar sus hábitos”, ha explicado el delegado de Movilidad, quien ha recordado que “la Alameda del Río es un ejemplo claro de lo que queremos, puesto que el tránsito debe ser calmado para evitar accidentes de tráfico e incrementar la seguridad de peatones”.
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