La huelga indefinida sigue en pie a unos metros de la entrada a las instalaciones de la panificadora Butrón de Chiclana. Hace más de dos meses que unos 23 trabajadores decidieron movilizarse para luchar por la readmisión de dos compañeros despedidos y mejorar sus condiciones laborales. A sus espaldas, el resto de la plantilla continúa al pie del cañón elaborando barras de pan y picos 24 horas ininterrumpidas.
Los empleados que no se han sumado a esta huelga se han pronunciado al respecto desde el polígono Pelagatos tras las declaraciones que realizaron los compañeros que están debajo de la carpa a lavozdelsur.es. Más de 70 familias cuentan su versión con respecto a la huelga que se inició el 11 de noviembre del pasado año.
"Ya estamos hartos de mentiras, nosotros nunca hemos ido al lugar donde están acampados ni a insultarlos ni a recriminarles nada, es mentira que nuestro jefe vaya allí a decirles cosas", sostienen. Según comparten, "intentamos coger por otras calles para no tener contacto con ellos porque la situación nos incomoda".
La plantilla asegura que esta huelga fue inesperada y les causó sorpresa cuando se enteraron de su inicio. "Los compañeros nunca nos avisaron de que iban a hacerla, nos enteramos el mismo día que empezó porque nos los encontramos en el aparcamiento con banderas", explican desde la nave.
"Los compañeros nunca nos avisaron de la huelga"
Los trabajadores que se encuentran haciendo turnos en la carpa sostienen que llevan siete años “sin vacaciones, ni pagas, ni días libre y las horas extra no nos la pagan". En cambio, el resto de la plantilla defiende lo contrario y explica que "aquí estamos todos con nuestros derechos, nuestras vacaciones y todo tal y como viene en la ley".
Añaden que no entienden el motivo de la huelga indefinida. "Vemos como una falta de respeto a los compañeros que intenten boicotear la empresa para que cierre. ¿Qué pasa con los que estamos aquí dentro?, ¿nadie mira por nosotros?, también tenemos derecho a trabajar", dicen con indignación.
Además, la plantilla traslada que los que están fuera "quieren que reincorporen a los compañeros que nuestro jefe despidió por motivos disciplinarios muy graves" y exponen que "en este punto estamos de acuerdo con la empresa, si los han echado por falta grave, no sabemos a qué viene esta huegla".
Sus voces hacen eco desde su lugar de trabajo. "No entendemos por qué quieren intentar boicotear la empresa", expresan las familias.
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