Nuevos pasos en la huelga de la Panificadora Butrón que se extiende desde noviembre en Chiclana. Según ha comunicado CGT, los tribunales han vuelto a dar la razón a los trabajadores que iniciaron esta movilización con el fin de luchar por sus derechos y condenan a la empresa por despido improcedente de un trabajador por afiliarse a una sección sindical.
Una veintena de empleado llevan meses exigiendo su readmisión y denunciando la presunta precariedad y las "prácticas abusivas" que sufrían. El sindicato, que defiende que siempre ha actuado con legalidad, ha trasladado que “queda demostrado que hemos actuado siempre dentro de la legalidad frente a un empresario tramposo que vive de aprovecharse de los más débiles y que usa el miedo a perder el trabajo como arma para explotarlos sin compasión". Sin embargo, Panificadora Butrón ha comunicado lo contrario.
Tras leer la nota emitida por CGT a los medios de comunicación una vez conocida la sentencia, la empresa familiar considera que "esta es la actitud reprochable de quien no tiene otro objetivo que el de provocar tensión y conflicto, ellos sí son los que utilizan a los más débiles para sus intereses".
Para la empresa, la sentencia del pasado 6 de julio viene a poner las cosas en su sitio y a establecer una verdad judicial que nada tiene que ver con la imagen que se ha dado de la empresa a la ciudadanía en general. Según explica, "el Juzgado entiende que no ha existido vulneración de derechos fundamentales y por lo tanto no ha habido ningún tipo de persecución sindical. Determina que el motivo del despido se produce a consecuencia de conductas en las que incurrió reiteradamente el trabajador y declara la improcedencia porque la empresa no siguió el trámite adecuado para perfeccionar la extinción de la relación laboral; es decir que se incurrió en defectos de forma que hacen que el despido haya sido calificado de improcedente, pero no porque en el fondo no hubiera razones más que de sobra para despedir al trabajador".
La panificadora desmiente que la Justicia de la razón al trabajador despedido. "No de la da y aclara que había una causa suficiente para el despido y que solo un defecto de forma ha provocado su improcedencia".
La demanda interpuesta el pasado octubre ha sido resuelta. "Durante todos estos meses y vigente la huelga, la empresa ha tenido que ver cómo en diferentes medios de comunicación y redes sociales, no solo los trabajadores y sus familiares, sino representantes sindicales y políticos, han venido atribuyendo a la empresa conductas en las que nunca ha incurrido. La propiedad ha tenido que soportar como de manera pública y calumniosa se le ha calificado de explotadores y negreros, se les ha llegado a llamar perros, han sufrido -sin que se pueda determinar su autoría- daños en su patrimonio, se han hecho campañas de boicots para que no consumieran sus productos. Y todo ello en el más estricto y absoluto silencio, con respeto a los tiempos procesales, sin contestar ni una sola de las injurias sufridas", ha detallado la panificadora en un comunicado.
La empresa ha aprovechado para aclarar que los trabajadores que abandonaron la huelga y decidieron incorporarse "nunca han sufrido ningún tipo de represalia" y asegura que cuenta con representantes sindicales constituidos en Comité de empresa desde hace más de quince años sin un solo conflicto.
"De la misma manera que la empresa tiene que cumplir con sus obligaciones legales, los trabajadores deben regirse por el mismo régimen de obligaciones. La relación empresa trabajador debe contener una conjunción equilibrada de derechos y obligaciones y de la misma manera que la empresa tiene que cumplir con dichas obligaciones establecida en la normativa laboral, no se les puede desproveer del poder sancionador cuando se producen incumplimientos por parte de algún trabajador. La empresa espera que quienes están promoviendo tensiones interesadas declinen de su actitud y les convoca a la vuelta a la normalidad", finaliza.
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