Más de 50 trabajadores de la Panificadora Butrón, con el apoyo de CGT, están en pie de guerra y se han sumado a una huelga indefinida en protesta de las "malas" condiciones laborales a las que se enfrentan. Denuncian broncas continuas, impagos por horas extra o incumplimiento con el periodo de vacaciones. Sin embargo,
Ante esta situación, la panificadora, una empresa familiar fundada hace 19 años que cuenta con 85 empleados, sostiene que CGT ha promovido una "huelga ilegal" que está teniendo una participación "mínima, inferior a un 20%". Según trasladan en un comunicado, este sindicato, que exige la reincorporación de dos trabajadores que fueron despedidos "por la comisión de infracciones muy graves", carece de implantación en la empresa. "La representación de los trabajadores la ostenta UGT", dicen.
"No ha habido ninguna asamblea"
La panificadora expresa que no ha habido ninguna asamblea de trabajadores para acordar la convocatoria de huelga y no les consta que CGT haya dado conocimiento ni participación a UGT. Así se remiten a la Ley según la cual los legitimados para convocar huelga son: "Los trabajadores, a través de sus representantes. El acuerdo será adoptado, en reunión conjunta de dichos representantes, por decisión mayoritaria de los mismos. De la reunión, a la que habrán de asistir al menos el 75 por 100 de los representantes, se levantará acta, que deberán firmar los asistentes. O directamente los propios trabajadores del centro de trabajo, afectados por el conflicto, cuando el 25 por 100 de la plantilla decida se someta a votación dicho acuerdo. La votación habrá de ser secreta y se decidirá por mayoría simple. El resultado de ésta se hará constar en acta". También podrían convocar huelga los sindicatos con implantación en el ámbito del conflicto, que, según explican, no es el caso.
"No existe ningún conflicto, pues en ningún momento anterior a la convocatoria de huelga se ha planteado por CGT ninguna reclamación ni negociación, por lo que la convocatoria de huelga, además de ilegal, ha sido una absoluta sorpresa. No es cierto que exista ningún conflicto con los trabajadores ni que la panificadora incumpla sus obligaciones, ni es cierto que vulnere la dignidad de los trabajadores, ni su jornada de trabajo ni sus retribuciones; en todo caso, nunca se ha planteado ninguna reclamación ni sobre estas cuestiones ni sobre ninguna otra", detalla.
Desde la empresa chiclanera aseguran que CGT incumple el Convenio Colectivo al no haber acudido a la Comisión Mixta Paritaria del Convenio Colectivo, en el que se establece que: “Se constituye una Comisión Mixta Paritaria de Interpretación, Aplicación y Seguimiento para cuantas cuestiones se deriven de lo pactado en este Convenio, así como de aquellos que se deriven de la Legislación Laboral vigente… Todas las empresas y trabajadores que tengan problemas de interpretación y aplicación de lo establecido en el Convenio Colectivo, o de lo que se derive de la Legislación Laboral vigente, deberán dirigirse por escrito a la Comisión Mixta Paritaria de este Convenio".
La panificadora considera que esta huelga "es injustificada" ya que se ha realizado tras el despido disciplinario de dos trabajadores, "cuando por vez primera se plantean unos supuestos conflictos de forma genérica sin previa reclamación ni oportunidad de negociación".
"Esta huelga es injustificada"
Así, afirma que esta convocatoria "no cumple con los requisitios legales" y, a continuación, enumeran cuáles son los mismos. "No se concretan las “peticiones”, sino que no solo se mencionan materias de forma genérica (salvo la reincorporación de las personas despedidas disciplinariamente por infracciones laborales muy graves), no se concretan las supuestas gestiones realizadas antes de la solicitud de Sercla, ya que no ha habido ninguna, y en el comité de huelga se incluye a una persona que no es empleado de la empresa", explica.
Según este comunicado, la empresa comparte las consecuencias de esta huelga. Aunque la participación es "minoritaria", se han visto obligados a reducir la producción y a incrementar los costes, lo que unido a la subida de precios de la energía, de los carburantes y de las materias primas. "Está poniendo a la empresa en una situación difícil de forma injusta e injustificada", manifiestan desde Butrón, que lamenta la situación.
Además, comunican que muchos trabajadores que no han secundado la convocatoria están recimiendo llamadas para que se sumen a ella.
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