Incomprensión o sufrimiento son algunos de los sentimientos que sienten los estudiantes cuando el profesorado pone trabas a su aprendizaje. Más aún las personas que tienen un transtorno del neurodesarrollo permanente. Por ello, una forma de tomar conciencia y llenarse de confianza es compartiendo sus dificultades con sus iguales. La Diputación de Cádiz aportará financiación a un campamento para jóvenes disléxicos. El diputado de Bienestar Social, David de la Encina, se ha reunido con la presidenta de Dislexia Cádiz, Lucía Alcántara, en una sesión que ha servido para conocer los detalles de este proyecto y de otros aspectos relacionados con la labor de esta entidad de ámbito provincial.
El campamento espera la participación de entre 50 y 60 jóvenes, desde los 7 a los 23 años. Los mayores actuarán de monitores de los más pequeños, pues el campamento se concibe como una experiencia de convivencia y de compartir experiencias entre personas con el mismo trastorno y que transitan en diferentes etapas.
El lema de esta iniciativa es ‘Nadie es como tú y ese es tu gran poder’ y se celebra del 16 al 18 de septiembre en el área de naturaleza Tavizna en Benaocaz. Se elige esta fecha porque les sirve para iniciar el curso escolar con una inyección de confianza y también de conocimientos, pues se les informa de los recursos y adaptaciones que los centros escolares han de ofrecerles para su aprendizaje. De este modo, también podrán reclamarlo en caso de que no se les apliquen.
La filosofía del encuentro es ofrecerles además del espacio para compartir experiencias y relajarse, los ejemplos motivadores y de referencia que suponen sus monitores de mayor edad y que ya han superado retos, han acabado sus estudios o han superado las dificultades añadidas que este trastorno del aprendizaje les depara. Pueden así conocer mejor lo que significa tener dislexia y percatarse de aspectos de los que ellos mismos no son conscientes. También tienen la oportunidad de preguntar a iguales para potenciar su autoestima y encontrar ejemplos de éxito en sus compañeros mayores que les entienden y hablan de igual a igual.
Estos ejemplos motivadores ofrecen confianza y esperanza a los más pequeños, muy necesarios en estos momentos, pues la pandemia ha sido especialmente negativa a la hora de acceder a los recursos especiales que estos chicos y chicas tienen asignados en sus centros, lo que les ha supuesto un desgaste añadido a nivel emocional.
El campamento trata de sacar a relucir aspectos que no se ven afectados por su trastorno y en los que son potencialmente brillantes. Se destacan así sus capacidades, se les amplían las oportunidades en actividades como el deporte, la música o el teatro, donde su trastorno de aprendizaje no tiene efecto.
Las últimas estadísticas cifran entre un 5% y un 10% el porcentaje de población que tiene dislexia, -en la provincia de Cádiz, unas 250 familias la viven de cerca- un trastorno del neurodesarrollo que es inherente a la persona y, por lo tanto, le acompaña desde el nacimiento para toda la vida. Afecta especialmente al aprendizaje, que necesita de adaptaciones en la metodología para las personas disléxicas. Puede afectar a la lectura, a la comprensión, a la precisión o a la velocidad al leer. También puede afectar a la escritura, con faltas ortográficas o con dificultades para plasmar por escrito aquello que saben. En el campo de las matemáticas puede ocasionar lo que se conoce como “discalculia”. Pueden presentarse estas alteraciones individualmente o sumadas, dependiendo de cada caso, y combinarse con otras situaciones como TDA o las altas capacidades.
La reunión también ha servido para tratar sobre otras propuestas de actuación conjunta, ya que la Diputación ha colaborado con esta entidad desde su creación en 2015. Además, se ha reiterado el compromiso de contribuir a visibilizar la campaña de unidad por la dislexia, que se celebra el 8 de noviembre.