Imagen de archivo de jóvenes practicando el botellón.
Imagen de archivo de jóvenes practicando el botellón.

Los fines de semana, la zona de La Calita de El Puerto se llena de jóvenes para hacer botellón junto a la playa, aproximadamente desde las dos de la madrugada hasta las ocho de la mañana. Esta práctica ha desencadenado las críticas de los vecinos de las viviendas cercanas, que han denunciado las multitudinarias concentraciones.

Los jóvenes actuan irresponsablemente y se reunen en este espacio con frecuencia para beber alcohol sin control en esta parte del litoral portuense, pese a que la Junta haya prohibido el botellón en toda la comunidad autónoma al tratarse de una práctica nociva en estos tiempos de pandemia. En ocasiones esta práctica ha derivado en peleas y situaciones peligrosas.

Los vecinos han alzado la voz para denunciar estas concentraciones en las los jóvenes se mueven por la zona sin mascarillas y sin guardar la distancia de seguridad establecida. Además, no cumplen con la normativa que regula un número máximo de integrantes permitidos en los grupos. Los residentes, hartos de soportar las consecuencias de estas reuniones, han llamado a la Policía Local y a la Policía Nacional para poner fin a esta práctica, sin éxito.

Los agentes del cuerpo local les indican que no pueden acudir a La Calita porque tan solo disponen de un coche de servicio, mientras que la Policía Nacional les comunica que la vigilancia del botellón es competencia de la Policía Local. La falta de patrulleros ha llegado a oídos de la Policía Nacional, que también se puso en contacto con los policía locales para solventar el descontrol y han llegado a aconsejar a los vecinos que interpongan una denuncia en el Juzgado ante la escasez de efectivos.

A su vez, el malestar se ha extendido a la zona de Vistahermosa, donde las concentraciones durante los fines de semana han provocado numerosos actos vandálicos, como roturas de retrovisores y otros daños intencionados en vehículos.

Ante esta situación, la concejala de Policía Local, Marina Peris, ha explicado que se está coordinando con la Policía Nacional, que tiene mayor número de efectivos, para poder controlar las concentraciones de jóvenes e incrementar así la seguridad ciudadana. Según la Junta, cualquier fuerza de seguridad está habilitada para poder sancionar esta práctica prohibida, aunque aún exista confusión entre los profesionales sobre sus competencias en la pandemia.

La práctica del botellón  en El Puerto lleva prohibida desde el año 2012, aunque desde entonces se ha seguido tolerando en diferentes escenarios. La zona de La Calita es ahora la tendencia entre los jóvenes de entre 14 y 18 años.

Las concentraciones multitudinarias son la principal preocupación de las autoridades municipales en estos momentos. El alcalde portuense, Germán Beardo, comunicó a finales de julio la emisión de un bando municipal con las nuevas medidas para controlar el ocio nocturno, en la que se concretaba la prohibición del botellón. De momento, el bando no se ha publicado y la Junta llegó a advertir al consistorio portuense de la obligación de cumplir las medidas de seguridad impuestas por la comunidad autónoma.

Las actitudes incumplidoras durante la crisis sanitaria se han repetido en varias ocasiones en la ciudad. Recientemente El Puerto ha sido el foco de atención por la polémica corrida de toros celebrada la semana pasada en la que la distancia de seguridad brillaba por su ausencia entre los más de 5.000 espectadores que asistieron al coso.

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