La torre de Gibalbín, parte del desaparecido Castillo de Gibalbín, ha sufrido un desplome significativo en las últimas semanas. Es la denuncia que ha efectuado el Ateneo Arbonaida de El Cuervo de Sevilla. Esta edificación, construida en el siglo XV con el aprovechamiento de restos materiales de época romana, está inscrita como Bien de Interés Cultural con fecha 25/06/1985 en el registro de la Junta de Andalucía. Sin embargo y pese a su grado de atención su estado es de significativo abandono.
Con la denuncia sobre la polémica restauración provisional del castillo de Torremelgarejo y la instalación de una chapa metálica en su esquina poniente en el candelero, este colectivo lamenta la poca atención que se presta sobre este otro enclave patrimonial, menos conocido que el de la barriada rural jerezana próxima al Circuito de Jerez Ángel Nieto. El seguimiento de esta, con su complicado acceso y su carácter de propiedad privada, se hace muy difícil para los investigadores y para el conjunto de la opinión pública.
El Proyecto Histórico-Arqueológico en el entorno de El Cuervo de Sevilla, organizado por el Ateneo Arbonaida asegura que tras tener conocimiento de este último desplome, se pusieron en contacto con el Museo Arqueológico de Jerez, el cual les remitió a la Delegación Territorial de Cultura de Cádiz, que les indicaron su "desconocimiento" pero al mismo tiempo "su implicación enviando al equipo técnico necesario para estimar las medidas oportunas en materia de conservación".
Sin embargo, la fortificación lleva abandonada años, siendo catalogadas como "ruinas progresivas" en algunos portales de patrimonio histórico. Una definición sobre la que se hace eco este propio colectivo, el cual señala que hace tiempo que "la cuenta atrás dio comienzo". "Una vez toque a su fin, no podremos volver a hablar ni de Torre ni de Castillo. Cuando la última piedra caiga nos arrepentiremos y recordaremos todo lo que podíamos haber hecho y no hicimos", advierten sobre una fortificación que de no haber ninguna actuación pronto se llamará "Ruinas de Gibalbín". Una denuncia que hacen extensible al entorno de Gibalbín, cuyos restos de la ciudad romana permanecen "sumergidos entre la vegetación del lugar" a la espera de una intervención arqueológica que tampoco llega.