Diputación ha entregado las distinciones del Día de la Provincia de Cádiz en el curso de un acto cercano a la normalidad, recuperando público presencial y preservando las medidas de protección frente al covid. La ceremonia ha estado presidida por la titular de Diputación, Irene García, quien ha expresado un discurso dedicado a las personas y entidades homenajeadas, sin olvidar un contexto azotado por una crisis sanitaria, el desempleo y la invasión de Ucrania y empleando un tono combativo para reivindicar la necesidad del feminismo como “fuerza transformadora de la sociedad”.
Las personas y entidades reconocidas con las Medallas del 19 de marzo son las siguientes:
- El municipio de Castellar de la Frontera que conmemora medio siglo desde la fundación de su Pueblo Nuevo;
- María Regla Álvarez Castro, artífice del Grupo Califa, en Vejer, icono de calidad hostelera;
- Félix Rodríguez Gutiérrez, flamencólogo;
- Patricia González Rodríguez, neurocientífica natural de Arcos destacada en la investigación en biomedicina frente a trastornos y enfermedades como el párkinson;
- Nuevo Hogar Betania, asociación asentada en La Línea y firme defensora de personas en riesgo de exclusión social como las mujeres maltratadas o víctimas de trata;
- Rafael Casillas Menacho, sanluqueño, promotor musical artífice de festivales como el Concert Music o el Cabaret Music que han colocado a la provincia en una posición de excelencia como escenario de citas culturales de indudable atracción turístic
- Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales ‘Sol Rural’ que, desde La Barca de la Florida, en Jerez, alcanza 20 años de lucha dedicada a superar barreras de desigualdad;
- Antonio Sancho Pedreño, responsable de Protocolo, Mayordomía y Ceremonial de la Diputación de Cádiz. Un profesional consagrado en su disciplina que, desde hace una década, también interviene en el diseño protocolario de los Premios Princesa de Asturias;
- Lorena Montero Pujante, fiscal delegada de Violencia de Género en la provincia de Cádiz quien, más allá del ejercicio de su carrera, asume la prevención y la persecución del maltrato como una cuestión personal.
“Asistimos a un tiempo en el que las dudas superan a las certezas, en el que las sombras amenazan con imponerse a las luces. Y, precisamente por ello, necesitamos más que nunca referencias que nos guíen, testimonios que nos alumbren caminos”, reflexionó Irene García en relación al potencial humano, personificado en los destinatarios de las Medallas, como llave para superar las adversidades.
En su discurso recordó las fortalezas de la provincia de Cádiz: sus valores naturales; su posición geoestratégica; la excelencia de sus sectores productivos; la potencia de su cultura; sus industrias innovadoras… para, una vez trazado el marco, insistir en la esencia de su mensaje: “Vivimos tiempos en los que hay que reivindicar el feminismo como fuerza transformadora de la sociedad en busca de una provincia más igualitaria, en la que no sólo se destierre la violencia de género, sino que se apueste de manera abierta y decidida, inequívoca, por la superación de brechas y barreras de desigualdad. El feminismo no admite apellidos. Es feminismo. Y punto. No existe el feminismo liberal, como no existe la violencia intrafamiliar”.
E insistió: “Sí, existe la violencia vicaria; sí, existe el miedo; sí, existe la coacción; sí, existen las amenazas. Y frente a ello no vale la equidistancia, y mucho menos la disculpa, la tolerancia o la tibieza. Más de la mitad de la población, más de la mitad de los habitantes de esta provincia, corre el riesgo de padecer violencia en sus más variados extremos sólo por el hecho de tener un género determinado”. (…) “Lo que se traduce de toda esa corriente de involución respecto a la igualdad real no es sino una pulsión de embrutecimiento de nuestra sociedad.”
Frente a ese contexto “Cádiz, como cuna de las libertades, no puede asistir impasible a lo que cada vez se parece más a una estrategia orquestada para cercenar la libertad de la mayoría de su ciudadanía”.
La presidenta de Diputación valoró, a continuación, la trayectoria de cada una de las personas y entidades distinguidas, finalizando su intervención con una cita de la escritora Almudena Grandes, destinataria de la Medalla de la Provincia de 2019 y fallecida hace pocas fechas: “Con el tiempo comprendí que la alegría era un arma superior al odio, las sonrisas más útiles, más feroces que los gestos de rabia y desaliento. Gaditanas y gaditanos. Reivindiquemos la alegría. Nos lo merecemos”.
Con anterioridad al discurso de Irene García fue el alcalde de Castellar de la Frontera, Adrián Vaca, quien intervino en representación de los premiados y ensalzó las trayectorias de sus compañeros de homenaje. Sobre la Medalla otorgada a este municipio del Campo de Gibraltar –el último pueblo de colonización constituido en la provincia, en 1972- destacó que “Castellar, 50 años después, es la construcción de un sueño de futuro”. Una localidad que hace medio siglo bajó del castillo-fortaleza para asentarse en una nueva trama urbana y que hoy “es un modelo de desarrollo y bienestar”; de servicios públicos de calidad y de oportunidades de empleo, en cuya gestación interviene, de manera decisiva, la Diputación de Cádiz.
El preludio y la clausura del acto fue musical: Gonzalo Sánchez Piñero, al violonchelo, interpretó la ‘Oda a la alegría’ de Beethoven –a la sazón, el Himno de Europa- y acompañó a la algareña Laura Gallego, quien cantó el Himno de Andalucía. La periodista Ana Huguet presentó y condujo los diferentes pasajes del acto institucional.