Se llama Alejandro Barea y es uno de los estudiantes más notables de la provincia de Cádiz. Su nota de selectividad ha rozado el 10 —en concreto, 9,975 puntos— y se da la circunstancia de que ha obtenido la misma puntuación que otros tres jóvenes de la provincia (Pilar Daneri Valleras, Francisco José Guerra y Ximo Tonet Mas), la primera vez que ocurre o, al menos, que se tenga constancia de ello.
Alumno del jerezano El Altillo School, afirma que no se esperaba tal nota, que finalmente le ha servido para sumar 13,725 de 14 puntos, sumando la nota del curso ordinario y la de la prueba de acceso a la universidad. Aun así, afirma que tuvo “un desliz en Física” que le hizo temer una nota más baja, pero finalmente podrá estudiar el doble grado de Física y Matemáticas, pudiendo elegir entre Madrid o Sevilla, pero si le dan a elegir, se queda con la capital de España: “Tengo amigos que me han dicho que los profesores de la Complutense son más reconocidos y tienen más renombre y por eso he pensado que sería mejor estudiar allí”.
Alejandro se quita la etiqueta de empollón, esa que se le da a los que suelen sacar mejores notas. Afirma que el truco para haber sacado tales resultados es la constancia de un año entero. “Yo creo que hay que plantearse una meta. A lo mejor no cuesta tanto estudiar, sino plantearse lo que estás haciendo. Tenía planteada mi meta y sabía lo que quería estudiar y eso es lo que me ha motivado”. Así, aconseja a los futuros preuniversitarios: “Mi consejo es no agobiarse, siempre hay más oportunidades y hay que estudiar relajado y calmado”.
Aficionado a los videojuegos y a resolver problemas de matemáticas, su objetivo es trabajar en un campo ligado a la investigación, a ser posible en el terreno de la física nuclear porque “es lo que me interesa desde que empecé a estudiar física y es lo que siempre he querido hacer”. De la universidad española, afirma que “por lo que he oído es una educación centrada en la teoría”, aunque de estudiar en Madrid afirma que tiene constancia de que su carrera tiene “mucha proyección práctica”.
Y es que Alejandro reconoce que no está muy al tanto de las actuales circunstancias que rodean a la educación pública española, pero afirma que “sí que es verdad que hay un poco de polémica por las becas y el tema de ampliar las ayudas. Los planes de la juventud para el Gobierno suscitan un poco de polémica. En cuanto a las becas, deberían aumentar los planes de cobertura para que el mayor número de estudiantes pudiera acceder a la universidad”.