El paraíso Zahara, del mejor agosto al peor septiembre turístico: "Me gustan los sitios vacíos. Este no lo era"

El aumento de casos de coronavirus propició medidas restrictivas y un llamamiento a limitar las salidas que desembocó en muchas cancelaciones. Multitud de establecimientos han adelantado su cierre

Una de las calles más turísticas de Zahara de los Atunes, durante la pandemia.

Agosto ha dado a varios negocios para salvar la temporada turística del covid en Zahara de los Atunes, un poblado marinero que hace varios lustros rompió como uno de los principales destinos turísticos del Sur de España. Normalmente, los negocios abrían o se fortalecían a partir de Semana Santa, para rematar tras el puente del 12 de octubre. Este año, ya es sabido, comenzó más tarde. Pero también acaba antes. Varios negocios han echado el cierre antes de tiempo. La razón, los turistas ya no están. "Han llegado muchas cancelaciones", explica Rafael Malia, de la empresa de alojamientos Nuestra Zahara. Fue uno de los mejores agostos que se recuerdan. Y, sin embargo, el peor septiembre.

 

Varios propietarios de negocios coinciden en que el aumento de positivos en la zona complicó la situación. En aquellos días finales de agosto y principios de septiembre cerraron temporalmente dos símbolos de Barbate y de Zahara, El Campero y La Taberna de El Campero en la pedanía. Intervención en La Sexta mediante, a nivel nacional, el alcalde, Miguel Molina, acabó pidiendo a sus vecinos que se quedaran en casa. El comunicado a la ciudadanía indicaba que se "sugiere salir únicamente para lo estrictamente necesario (desplazamientos laborales, a centros educativos y realización de compras), recordando que la Administración local no tiene competencias para confinar a la población". Lo cierto es que en unas semanas se registraron oficialmente alrededor de 80.

 

Una de las playas en Zahara, casi vacía este martes al mediodía. FOTO: MANU GARCÍA

 

Daniel y Elena suelen venir a Zahara. "Antes veníamos todos los años, cuando nuestra hija era más pequeña. Esto lo hemos conocido antes de que fuera lo que es ahora". Viven en el barrio de Chamberí, en Madrid. "Ahora se parece más". Llevan unos 10 días. "Vamos alargando de dos en dos". Ahora les gusta, estas calles desiertas. "A mí me gustan los sitios vacíos, y este no era de los vacíos por el covid. El domingo se fue mucha gente", explican. Toman una tapa en un bar de una de las calles principales. "Esto es como el Caribe, o mejor. Este año, por el coronavirus, ha venido más gente. Que se queden aquí, que aquí hace mucha falta. Hay que salir. No se puede tener psicosis".

 

Varios hoteles de la zona, como el Meliá de Atlanterra, una urbanización a unos centenares de metros, o el Hotel Atlántico, han cerrado, explican en varios comercios. Sus webs ya no permiten nuevas reservas. En gran parte, porque eran en gran medida el alojamiento de turistas extranjeros. Aparte de que no se les ha visto apenas, otras cuestiones han marcado el verano y su final en Zahara. Por ejemplo, se ha reducido el tiempo de estancia. "Este año hemos modificado el mínimo, de una semana a cuatro noches", indica Malia. En los últimos días de agosto y primeros de septiembre recibieron en su agencia "muchas llamadas de clientes preocupados. A algunos les hemos dado bonos de reserva para la próxima temporada". La primera quincena de julio, cuando apenas salía el país de la desescalada, fue más tímido. Pero la primera de agosto fue el cambio radical en Zahara, el mejor mes que recuerden. Todo el mundo cae en la misma frase de "no nos hemos podido quejar".