Son muchas las quejas por la presencia de gorrillas en aparcamientos públicos que circulan por redes sociales y que han llegado al Ayuntamiento de El Puerto en las últimas semanas. Estos falsos aparcacoches se apoderan de las bolsas como la de La Pasarela o la Bajamar para cobrar a los conductores "la voluntad", pero en ocasiones, se acercan con actitudes impropias, amenazas e incluso agresiones verbales o físicas.
Sin ir más lejos, una familia denunció a lavozdelsur.es los incidentes que habían tenido con uno de ellos. "Me amenazó con pegarme dos tiros", contaban el afectado. Ante esta situación, la Policía Local ha trasladado cómo debe actuar la ciudadanía y ha pedido colaboración para poder erradicar esta práctica.
Segun transmiten en una nota difundida por el Ayuntamiento, no pueden actuar sin una denuncia interpuesta. "Se trata de un negocio que elude la Ley, pues pedir dinero en la calle no es delito; pero utilizar la coacción para conseguirlo sí lo es. Por tanto, el único modo de combatir esta lacra es la colaboración ciudadana para cortar de raíz estas actuaciones ilícitas que deterioran la imagen de la ciudad", exponen.
"Lamentablemente la Ley del Derecho a la Libre Circulación impide que se les pueda echar de los aparcamientos", sostiene. El Consistorio indica que los agentes realizan de forma constante rondas por los aparcamientos para que se sientan incómodos, tratando de disuadirlos. Sin embargo, el único modo para multarlos es la existencia de una denuncia previa. Por ello, instan a todo aquel ciudadano que presencie o sea víctima de una amenaza o extorsión a denunciar en Comisaría o llamando al 092.
La Policía Local defiende que sí está actuando contra esta situación. "Las sanciones que se han interpuesto por estos hechos en lo que va de año ascienden a 125, lo que demuestra que sí se está multando", añade.
David Viñuela, Intendente Principal de la Jefatura de la Policía Local portuense, insiste en que "si los ciudadanos quieren una respuesta, tienen que colaborar". También señala que las personas que se animan a dar el paso de denunciar las extorsiones son escasas. La mayoría suele optar por dar unas monedas a los gorrillas.
"En estos casos la Policía no puede hacer nada contra el aparcacoches porque teóricamente el ciudadano le entrega unas monedas de buena fe y sin que medien unas amenazas directas, por mucho que la persona que aparca su vehículo suponga o piense que si no entrega el dinero su coche será dañado. Sólo podrá ser detenido o imputado por extorsión un gorrilla en el caso de que un conductor acuda a la Policía para denunciar que ha recibido amenazas hacia su persona o hacia su vehículo, pero nunca porque alguien tenga la suposición o sospecha de que el aparcacoches va a causar daños en su coche si no le entrega una cantidad de dinero", explica.
El Cuerpo policial asegura que "sin ayuda seguirán gozando de impunidad" y lamenta la "intranquilidad" que provoca su presencia para vecinos y vecinas. La batalla contra estos individuos continúa.