Cuenta atrás para la primera estación de autobuses en la historia de El Puerto: "Ya la necesitábamos"

El veranillo del membrillo se nota. Un hombre, refugiado a la sombra, mira con inquietud la gran infraestructura que se alza a unos metros de él. A Felipe le ha llamado la atención la obra que desde el 22 de noviembre del año pasado forma parte del entorno del Monasterio de la Victoria en El Puerto. “Será la continuación de la estación”, dice este zamorano con el ruido de las máquinas de fondo. Se equivoca. Es —será— la primera estación de autobuses como tal que se conoce en el municipio.

Unos 12 obreros, ataviados con sus equipos, cargan ladrillos y los colocan dando forma a lo que será el intercambiador de transportes. Mientras, el visitante espera a unos amigos para disfrutar de la ciudad, a la que lleva viniendo “casi todos los años” desde que se casó hace 47 “o en tren o en coche”.

Tenía curiosidad por la nueva instalación que ya va teniendo color desde que se colocó la primera piedra. Por entonces, establecieron un plazo de ocho meses. Los trabajos finalizarían en verano. Pero “hubo un retraso por problemas técnicos”. José Mateos, encargado de la obra, cuenta a lavozdelsur.es que, pese a ello, “la obra va a buen ritmo”.

Movimiento no falta. El personal de la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Gevora y Civilsur está a toda máquina. La compañía constructora con sede en Extremadura y delegación en Andalucía se enfrenta a su primera obra en esta ciudad, aunque lleva a cabo proyectos por todo el país. Para Fabiola Risoto, la jefa de obras, sí es su primera experiencia en este cargo, pero no en el sector.

"Nos queda prácticamente un mes y poco"

“Nos queda prácticamente un mes y poco. Tenemos previsto terminar el 31 de octubre”, explica la sevillana de 36 años, que calcula que la ejecución está “al 88%”. Desde el terreno, comenta que esta semana finalizarán los trabajos de albañilería y continuarán con el interior de las instalaciones. Como máximo, podrían alargarse hasta mediados de noviembre.

Con los planos en la mano, Fabiola señala frente a la estructura las distintas partes que contempla la ansiada estación, una demanda vecinal histórica —30 años de reivindicaciones— que por fin ve la luz. “Esta será la sala de espera con los aseos y la cafetería, y esas serían las dársenas donde llegan y aparcan los autobuses en diagonal”, explica.

El edificio contará con una planta rectangular de 63,5 metros de largo por 9,5 metros de ancho y 9,5 metros de alto en el que habrá bancos y megafonía, que avisará de las salidas y llegadas de los autobuses. Junto a Renfe y los taxis y VTC, en la zona habrá trasiego. Pasajeros, tanto turistas como vecinos, que se desplazan entre ciudades por amor, trabajo, ocio o necesidad y que podrán disfrutar de la intermodalidad.

La nueva estación, cuenta con una inversión de 810.944 euros, es un proyecto cofinanciado por Feder (Fondo Europeo de Desarrollo Regional) en un 80% y la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio.

El Puerto era la única ciudad andaluza con más de 50.000 habitantes sin estación de autobuses. Si todo va bien, a partir de noviembre, este “déficit histórico” llegará a su fin. Como ya expuso la consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, Rocío Díaz, en su visita en julio, cuando las obras estaban al 58%, “no solo supondrá una mejora de las comunicaciones de El Puerto, sino que consolidará el atractivo turístico que ya de por sí tiene el municipio”.

Una fila de personas espera en la parada de autobuses localizada en una de las aceras. La mayoría, de pie y al sol. Hasta el momento, solo hay marquesinas frente a la estación y en la plaza de toros, a pesar de que, según datos de la Junta de Andalucía, se registran más de cien expediciones diarias con conexiones a otros municipios de la provincia y a otras provincias españolas.

Juani está acostumbrada a ver la aglomeración de personas en la acera que acaba perturbando el paso de los viandantes. “El Puerto ya lo necesitaba, los ciudadanos ya lo necesitábamos. Es horrible esperar ahí”, comenta la camarera del histórico bar La Estación. Este pequeño kiosco que prepara desayunos y meriendas desde 1971 siempre ha sido el punto de venta de billetes de autobuses. Desde la barra, se emiten los tickets de Socibus, la compañía de transporte interurbano que conecta esta ciudad con Madrid, Córdoba o Burgos.

Mientras prepara un mollete, comenta que mira con buenos ojos esta obra que supondrá un mayor flujo de pasajeros en la zona. “Lo veo muy bien”, expresa.

El Puerto, con un servicio insuficiente desde hace años siendo un destino de primer nivel, cambia su trayecto. En más o menos un mes, se acabarán las esperas incómodas.