El dolor de una madre tras conocer que su hijo, de 13 años, ha sido víctima de una agresión tránsfoba. Eva coge aire antes de contar a lavozdelsur.es el suceso que ha vivido este fin de semana en El Puerto. Todo comenzó el sábado por la noche cuando un grupo de niñas, a través de una cuenta de Instagram sin identificar, acosaron a la amiga del menor.
“Ella le cogió el móvil a su amiga y la defendió por esta red social pero le insultaron también a ella”, comenta la portuense. “Ya se está metiendo la tanqueta”, fueron los primeros insultos que recibió. Acto seguido, con el mismo perfil de Instagram, le hablaron a su teléfono. “Empezaron a decirle transformer averiado, bastarda y que le iban a dar una paliza y a volver una mujer de nuevo”, pronuncia conmocionada.
Actualmente su hijo se encuentra en un proceso de cambio de sexo. “Va pelada y viste como tal. Estamos esperando a que nos llamen de Diversidad de Cádiz para empezar”, explica la progenitora que reconoce que “me cuesta todavía dirigirme en masculino hacia ella, he tenido trece años una niña”.
"Le dijeron que le iban a volver mujer con una polla"
Ella le apoya en este camino en el que se han tenido que enfrentar a una situación indeseada. Tras los insultos, su hijo no entró al trapo e intentaba pasar de ellas, pero estas le insistían. “Le decían que cuando la vieran le iban a meter ciertas cosas para que sepa lo que es de verdad una mujer y que le iban a volver mujer dándole con una polla, cosas muy groseras”, detalla.
Eva hace una pausa. “Me duele todavía decirlas”, dice. Al día siguiente, domingo por la mañana, el menor se despertó con llamadas perdidas y mensajes de acoso enviados de madrugada. “Venga, vamos, hablanos, contesta, contesta que vamos a pegarte, dónde te vemos que te vamos a dar”, reproduce la madre.
Según explica, el grupo utiliza todo tipo de insultos como “travesti averiado” y frases como “tienes la cara averiada de comerte tantos coños”. Pese a que tanto el menor como su amiga se negaron a encontrarse con las personas que les hablaban por Instagram, al final cedieron tras recibir amenazas que les llevó a cambiar de opinión.
“Les dijeron que si no quedaban con ellas iban a buscarlas por todo El Puerto y le iban a lanzar huevos por la ventana”, continúa.
Ese domingo, el adolescente le pidió a su madre que le llevara al Parque Europa, zona donde suele reunirse con sus amigas. “Yo no sabía nada de esto. Creía que iba como siempre, pero en realidad le había dicho a las niñas que iba a estar allí”.
"Me llamó llorando y diciéndome que le habían pegado"
Una hora después de dejarla con su amiga, Eva recibió una llamada de su hijo llorando. “Me dijo que le habían pegado. Salí corriendo con mi madre y mi pareja y cuando llegamos había tres coches de Policía y me encontré a mi hija esmorecida”.
En la escena, los agentes se llevaron a Comisaría a dos menores, sin identificar, de un grupo de diez niñas que para entonces ya se habían dispersado. Mientras tanto, unos cinco amigos de su hijo permanecían con él. Fueron ellos los testigos de la agresión que no dudaron en relatar.
“Por lo visto, una de las niñas, sin mediar palabras, llegó al parque, la cogió del pelo y le propinó patadas. Mi hija consiguió zafarse porque su agresora era más pequeña que ella, pero en ese momento otra chica más grande empezó a darle puñetazos en la cabeza”, cuenta la portuense.
El ataque llamó la atención de un grupo de adultos que pasaba por el parque en ese instante y que logró separarles. “Pero justo llegaron dos personas mayores, un hombre y una mujer, y le pusieron la mano en la cara a mi hija y le gritaron”, explica. “Le dijeron que no sabía cómo se las gastaban los gitanos y que tuviera cuidado, que iban a llamar otra vez a las niñas para darle una paliza”, cuenta con un hilo de voz.
"Dos adultos amenazaron a mi hija"
Tras lo ocurrido la familia se encontró al menor “muy nerviosa, fuera de sí y chillando”. Ya han interpuesto la denuncia correspondiente ante la Policía y han facilitado el parte de lesiones del hospital así como parte de la conversación de Instagram -”hay muchas cosas que hemos perdido porque ellas mismas las han borrado”. A su vez, la amiga también ha denunciado los hechos por el acoso recibido.
El joven acaba de entrar en el instituto para cursar la ESO y nunca había vivido un episodio similar. Su madre asegura que “la aceptación que ha recibido ha sido increíble” y que cuenta con el cariño y el respeto de su equipo de fútbol y de su familia. “Todo su entorno le trata con normalidad”, añade Eva, que todavía parece estar viviendo “una pesadilla”.