Una vecina de El Puerto ha expresado su "rabia" tras contemplar una escena que le ha indignado este domingo 20 de noviembre. Delante de ella, vio cómo la dueña de un establecimiento arrojó una bolsa de plástico grande llena de barras de pan al contenedor de basura. Según expresa, estaban "en buen estado" y podrían haber acabado en otro lugar muy distinto.
La mujer propone que podrían haber sido entregadas a las monjas del colegio Espíritu Santo, que hacen bocadillos para aquellos que lo necesiten, o haber sido expuestas en la tienda con un cartel anunciando que han sobrado y pueden comerlas los animales que están en la calle.
"Podría haber dado de comer a varias personas. Es muy triste la poca humanidad que hay, el no saber ponerse en la piel de las personas necesitadas, tengan o no familias, estén o no estén en la calle, personas que les cuesta pedir comida y que a veces se ven en la obligación a pedir, sintiéndose avergonzadas por tal acto y demostrar esa necesidad. Y que haya establecimientos que después nos digan que les están subiendo el precio a todo y ellos tienen que subirnoslo a nosotros también porque tienen que pagar, comer ellos... Cuando a la vista está que si dejaran el precio como antes, esas barras de pan las hubiesen vendido y no tirado a un contenedor, ellos ganan y los demás también", reflexiona la vecina en sus redes sociales.
La acción ha removido a esta portuense que lamenta lo ocurrido y ha dedicado unas palabras a la dueña, con el fin de que esta lo lea. "Me hubiese gustado tanto haberle dicho: ojalá y nunca te veas en la necesidad de tener que pedir ayuda, ojalá que nunca te veas en la necesidad de estar por las noches pensando de dónde tendrás que sacar el dinero para comer al día siguiente, ojalá nunca te veas en la necesidad de sentirte avergonzada porque se descubra tu necesidad económica, ojalá nunca sufras lo que los indigentes y personas con bajos recursos sienten cada día", sostiene.
Además, añade tajante que "cuando se está arriba, nunca se mira hacia abajo" y continúa, "torres más altas han caído y no les deseo nada malo, pero sí que se le caiga la cara de vergüenza por no haberle dado la oportunidad a personas o animales de la calle a saciar el hambre".