El estado del Vaporcito de El Puerto es cada vez más impactante. Escuálida, la estructura de esta emblemática embarcación resiste como puede en el Paseo Fluvial, cuyas obras de ejecución están prácticamente terminadas y, a su alrededor, ya hay paneles que recuerdan su historia.
En la última semana, el Adriano III que lleva una década varado en un dique frente al río Guadalete, ha sufrido derrumbes en la parte trasera. Los vecinos se han percatado de que el barco está más dañado tras el paso de la borrasca Karlotta.
El viento, la lluvia y su estado han provocado que "ese barquito tan pinturero" que recorría la Bahía esté desplomándose poco a poco. La asociación del mismo nombre ha luchado para que tenga un desenlace digno tras años vandalizado, pero el tiempo pasa y el Vaporcito está prácticamente destrozado.
El admirado barco no caerá en el olvido, pero, de momento, espera junto al río a que se proceda a un estudio para su restauración. Como ya anunció el alcalde, Germán Beardo, "va a ser cedido a Impulsa próximamente, para que una vez sea de titularidad municipal poder retirarlo del Paseo Fluvial".