La Delegación de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Conil ha puesto en marcha esta campaña con la que, a través de una teatralización por las calles y playas del pueblo, se pretende promover que las toallitas sean arrojadas a la basura de residuos no reciclables, y siempre que se pueda reducir su uso.
Más de cien años tarda una toallita en degradarse. No son reciclables y al arrojarlas por el inodoro causan importantes atascos en los desagües y arquetas, y dañan el sistema de alcantarillado, colectores y depuradoras.
La concejala de Servicios, Juani Camacho, señala que “tirar toallitas al váter supone cada año un importante gasto que oscila entre los 20.000 y 30.000 euros a las arcas municipales”. Apunta, además, que según la AEAS, Asociación Española de Abastecimiento de Aguas y Saneamientos, el hecho de arrojar toallitas al inodoro provoca pérdidas de 200 millones de euros al año a nivel nacional.
El concejal de Medio Ambiente, David Tamayo, declara que “en Conil siempre hemos puesto en marcha campañas para concienciar de ello a la población, y este año hemos apostado por un teatro callejero en el que dos personas, una vestida de váter y otra de toallita, trasladan esta información por las calles del pueblo. Un mensaje que cree impacto estos días en los que Conil cuenta con casi el 100% de ocupación turística”.
De esta forma, por la enorme contaminación y el gasto que supone, desde el Ayuntamiento de Conil se hace un llamamiento a toda la población, turistas y vecinos, para que las toallitas no sean arrojadas al inodoro sino a la basura de restos no reciclables.
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