El fuego ha estado cerca de llegar a las viviendas de Puerto Real. Esta zona verde de la Bahía ha sido uno de los grandes puntos de incendios en un duro domingo que no olvidarán los vecinos de las viviendas colindantes.
Testimonios como el de José Manuel, entre lágrimas, explicaban los momentos de tensión vividos.
Desde las dos de la tarde, hora en la que comenzaba el fuego en la zona, casi 5.000 vecinos han salido con todo lo que tenían para pelear y defender sus casas.
La lucha de los vecinos contra el fuego en Las Canteras. Por Juan Carlos Toro
Algunos han necesitado incluso ser atendidos por los servicios sanitarios desplegados en un punto especial habilitado por el incendio.
Una veintena de familias han sido alejadas de las zonas más peligrosas, aunque de forma oficial, la Junta informaba que no se han producido desalojos coordinados.
La sensación que queda al final del domingo, aun cuando el fuego está activo, es que podría haber sido peor. Por suerte, no se contabilizan daños graves para las personas.
En cuanto a pérdidas patrimoniales, en la medianoche del domingo no ha trascendido que ninguna vivienda haya ardido, aunque la alerta sigue y el nivel 1 de emergencia está activado. Diferente a la calificación del fuego, que es la citada de 'activo', la Junta ha insistido en esta tarde que la situación está controlada.
Lo cierto es que eso no ha evitado muchas lágrimas y ataques de ansiedad entre vecinos de Las Canteras. El peligro estaba ahí, avivado por el viento de Levante. La actuación de los bomebros del Consorcio y del Infoca han evitado que la cosa fuera a mayores.
Algo que no se ha podido evitar ha sido algún enfrentamiento entre los vecinos y la Policía. Estos últimos pedían que todos se alejaran del fuego, sobre todo porque estaban informados de que cuando se desalojaran los pinares una avioneta de Infoca lanzaría agua desde el cielo, algo para lo que no puede haber ninguna persona cerca.
La situación era tensa en Las Canteras, pero a la vez, ejemplo de una actuación solidaria de vecinos que llevaban agua a los profesionales, o vecinos que se exponían directamente a las llamas para evitar que se siguieran extendiendo. Cadenas humanas acarreando cubos y mangueras de agua procedentes de las casas para apagar como fuera el incendio forestal.